Ciudad de México. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, afirmó que con la declaratoria de la representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por parte de la Unesco inicia una nueva etapa, enfocada en la salvaguarda obligatoria de esta tradición comunitaria con 182 años de historia.
En ese sentido, instruyó a la Secretaría de Cultura capitalina a garantizar de inmediato los espacios solicitados por el comité organizador para ensayos y trabajos preparatorios, y afirmó que la administración local destinará los recursos necesarios para proteger y fortalecer esta celebración histórica.
Dijo que este reconocimiento convierte a la representación de la Semana Santa en un tesoro cultural del mundo, pero sobre todo reafirma el orgullo y la identidad de Iztapalapa.
“Lo más importante del logro es lo que viene es decir la salvaguardia de la tradición y ahí tenemos mucha responsabilidad los gobiernos tenemos mucha responsabilidad, estoy segura que la alcaldía de Iztapalapa en la que está al frente Aleida Alavez, va a apoyar y va a destinar lo que sea necesario para que esta tradición de manera ya obligada como responsabilidad de los gobiernos continúe y de parte del gobierno de la ciudad quiero decirles que cuenten con nosotros para que esta tradición pueda mantenerse viva”.
Brugada Molina recordó el largo camino institucional que hizo posible esta declaratoria, desde las primeras inscripciones locales en 2010 y 2012, hasta la gestión federal impulsada en 2019 y la inclusión en el inventario nacional en 2023. “Este logro pertenece a los Ocho Barrios de Iztapalapa y a miles de personas que año con año sostienen esta manifestación que ha trascendido generaciones y momentos históricos”, expresó.
La mandataria ofreció una conferencia en la sede del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde estuvo acompañada por los integrantes del elenco de la Semana Santa, y de la secretaria de Cultura, Claudia Curiel de Icaza, quien consideró que este reconocimiento se contribuye también en la salvaguarda de una práctica cultural viva que articula fe, memoria, trabajo comunitario, arte popular y organización social.
“Más que una obligación como un expediente de la Unesco, es un deber del Estado mexicano con las comunidades que han mantenido vivo este patrimonio”, expresó la funcionaria.
Asimismo, refrendó el compromiso de la dependencia de cultura federal, para seguir trabajando de manera colaborativa a fin de que este reconocimiento no sea un punto de llegada, sino un punto de partida para fortalecer la salvaguarda de la tradición y ampliar el ejercicio de los derechos culturales.
La representación de la Pasión de Cristo inició como un acto de gratitud y promesa a la imagen del Señor de la Cuevita, luego de la erradicación de una epidemia de cólera en Iztapalapa.