Ciudad de México. Al cumplirse el primer siglo del nacimiento del ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermo Soberón Acevedo, la universidad conmemoró sus logros, rememoró sus contribuciones a la institución y resaltó su defensa por la autonomía.
El rector Leonardo Lomelí Vanegas subrayó que Soberón marcó un punto de inflexión en la institución, por lo que permanece como ejemplo de “excelencia, templanza, generosidad y sentido de Estado”.
Durante la ceremonia, apuntó que este homenaje también es una invitación a repensar las circunstancias actuales, pues en un mundo tan cambiante, son necesarias las instituciones públicas robustas y sensatas, así como con criterio analítico y voluntad para contribuir a la prosperidad del país.
“Su legado es dinámico, vive en nuestras aulas y laboratorios, se refleja en los centros de investigación y de salubridad que ayudó a edificar. Creía en la autonomía como un deber y un ejercicio pleno, en la ciencia y la salud como bienes comunes y en la educación y la universidad como un crisol de encuentro entre generaciones y un motor fundamental para la movilidad social”, puntualizó el rector de la universidad nacional.
Además, aseguró que su liderazgo fue “sereno, estoico y profundamente respetuoso del mandato universitario”, pues era un ser humano singular, un universitario íntegro y un científico que ensanchó las fronteras.
El rector Lomelí consideró que el también ex secretario de salud tenía una gran habilidad para escuchar, deliberar y respetar la diversidad de voces.
“No se conformó con diagnosticar necesidades, se ocupó de poner en marcha mecanismos que permitieron responder a ellas con continuidad y con la serenidad que se merece la sociedad mexicana. Por eso, a lo largo de su vida, fue artífice de aportaciones de gran calado”, expresó.
Resumió que gracias a él, la universidad de finales del siglo 20 y la del 21 cuentan con el andamiaje necesario para resolver “estratégicamente las problemáticas más apremiantes y hacerlo con una mirada orientada a las décadas por venir”.
A través de un video, el canciller Juan Ramón de la Fuente reapareció en esta ceremonia, quien destacó la contribución de Soberón a la creación de las Escuelas Nacionales de Educación Superior (ENES), las cuales se transformaron en Facultades de Estudios Superiores (FES).
En la conmemoración, su hijo, Mario Soberón, destacó que su padre rescató a la universidad de un momento complejo en 1973 y la hizo crecer en todos los sentidos, además de haber mostrado su amor hacia ella, mediante su férrea defensa de la autonomía.
En tanto, el ex rector José Narro enfatizó que el médico y político mexicano, quien fue rector de la UNAM por dos periodos, abarcando de 1973 a 1981, mostró su habilidad para renovar la pedagogía y fortalecer las bases de la investigación científica en esta casa de estudios, además de haber creado plataformas culturales, académicas y administrativas que son parte esencial de la identidad universitaria.
Por lo anterior, comentó que como rector comprendió como pocos que la UNAM y México deben imaginar horizontes alternativos a los que impone la inmediatez.