Estocolmo. El narrador húngaro László Krasznahorkai, quien obtuvo el Premio Nobel de Literatura por sus novelas consideradas surrealistas y anárquicas, en las que combina la visión sombría del mundo con humor mordaz, ofreció ayer una conferencia en Estocolmo, convirtiéndose en una de sus inusuales apariciones públicas.
La conferencia de Krasznahorkai, que dio en húngaro, abarcó temas disímbolos, como ángeles antiguos y nuevos, la dignidad humana, la esperanza o la falta de ella, la rebelión y sus observaciones de un clochard –o vagabundo– en el Metro de Berlín.
Comenzó su conferencia, según la traducción al inglés, diciendo que “al recibir el Premio Nobel de Literatura 2025, originalmente deseaba compartir mis pensamientos con ustedes sobre el tema de la esperanza, pero como mis reservas de ésta definitivamente han llegado a su fin, ahora hablaré sobre los ángeles”.
A diferencia de “los ángeles de antaño”, los nuevos, indicó Krasznahorkai, “no tienen alas, pero tampoco mensaje, ninguno en absoluto. Están aquí entre nosotros con su ropa de calle simple, irreconocibles, si así desean.
“Sólo están ahí y nos miran, buscan nuestra mirada, y en esta búsqueda hay una súplica para nosotros, para mirar en sus ojos, para que nosotros mismos podamos transmitirles un mensaje, pero, desafortunadamente, no tenemos ningún mensaje que dar”, describió el autor en una prosa triste, pero poética.
Apocalipsis sin puntos finales
Expresándose en sus largas y sinuosas frases características llenas de apocalipsis, pero sin puntos finales, consideró que es un shock cuando “detecto la historia horrorífica de estos nuevos ángeles que están frente a mí, la historia de que son sacrificios, sacrificios, y no para nosotros, sino por nosotros, por cada uno de nosotros, debido a cada uno de nosotros, ángeles sin alas y ángeles sin mensaje, y todo el tiempo sabiendo que hay guerra, guerra y sólo guerra.
“Guerra en la naturaleza, guerra en la sociedad, y esta guerra se libra no nada más con armas, no sólo con tortura, no sólo con destrucción; por supuesto, este es un extremo de la escala, pero esta guerra también procede en el extremo opuesto de la escala, porque una sola mala palabra es suficiente. Cuando los jueces del Premio Nobel de Literatura anunciaron el premio en octubre, describieron al escritor de 71 años como “un gran escritor épico”, cuyo trabajo “se caracteriza por el absurdismo y el exceso grotesco”.
Pesimismo con humor
“La obra de László Krasznahorkai puede verse como parte de una tradición centroeuropea”, manifestó la organización sueca del Premio Nobel.
“Características importantes son el pesimismo y el apocalipsis, pero también el humor y la imprevisibilidad”, señaló.
Entre sus novelas se cuentan Satantango, La melancolía de la resistencia, Guerra y guerra, El regreso de Baron Wenckheim y Herscht 07769.
La ganadora del año pasado fue la autora sudcoreana Han Kang. El galardón de 2023 fue para el escritor noruego Jon Fosse, cuyo trabajo incluye una épica de siete libros compuesta por una sola oración.
Mientras tanto, el director del Instituto Nobel Noruego, Kristian Harpviken, anunció el sábado pasado que la líder opositora venezolana María Corina Machado, laureada del premio de la Paz, llegaría a Oslo esta semana para recibir su reconocimiento en persona.
La opositora de 58 años, a quien se distinguió por su supuesta lucha en pos de una transición democrática en la nación sudamericana, ha estado escondida y no ha sido vista en público desde enero.
Harpviken dijo a la emisora pública noruega NRK que se esperaba que Machado recogiera personalmente el premio el miércoles.
“Hablé con ella anoche y vendrá a Oslo”, indicó Harpviken, según NRK.
Las ceremonias de entrega se celebran el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de Alfred Nobel en 1896. En tanto, la gala del premio de la Paz se realiza en Oslo y las demás se llevan a cabo en Estocolmo.