Ciudad de México. El aumento de 13 por ciento al salario mínimo para 2026 y el acuerdo para establecer una jornada laboral de 40 horas semanales de manera gradual confirman que los consensos entre empleadores, trabajadores y gobierno pueden fortalecer el ingreso sin afectar la estabilidad del empleo formal, señaló la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El organismo del sector privado que ha impulsado desde 2016 los incrementos salariales señaló que con el nuevo aumento permite que el salario mínimo cubra 100 por ciento de la línea de bienestar familiar, cuyo valor alcanzó en octubre de 2025 los 9 mil 519.82 pesos mensuales, equivalentes a dos canastas alimentarias y no alimentarias.
Reconoció que el aumento diferenciado para el salario mínimo en la Zona Libre de la Frontera Norte de 419.88 pesos a 440.87 pesos, mediante un ajuste inflacionario de 5 por ciento, “evita distorsiones en el mercado laboral”.
Apuntó que en esa región el salario mínimo ya superaba la meta de la presidenta Claudia Sheinbaum de alcanzar 2.5 veces el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria; con el nuevo ajuste, con ello “se rebasa en alrededor de 12 por ciento lo que refleja un esfuerzo coordinado para fortalecer el ingreso”.
“Este proceso muestra que empleadores, trabajadores y gobierno podemos construir consensos que mejoren el poder adquisitivo sin comprometer la estabilidad laboral”, indicó.
Comentó que la estrategia para mejorar el poder adquisitivo del salario mínimo, se alinea con su compromiso de promover un país más justo, equitativo e incluyente.
“Ratificamos nuestro acompañamiento al objetivo planteado por la presidenta Claudia Sheinbaum de alcanzar para 2030 un salario mínimo equivalente a 2.5 veces el valor de las canastas alimentaria y no alimentaria”, señaló.
Explicó que para sostener esa ruta, es indispensable realizar una observación continua del mercado laboral, la inflación y el crecimiento económico, a fin de evaluar cada año la pertinencia de los ajustes y garantizar estabilidad para las empresas y el empleo formal.
Sobre el acuerdo para incorporar en la Constitución una jornada laboral de 40 horas semanales, cuya puesta en práctica será gradual a partir de 2027, se trata de un esquema progresivo que permitirá que las empresas adapten sus procesos internos y preserven su competitividad, al tiempo que amplían el equilibrio entre trabajo y vida personal para millones de trabajadores.
“Celebramos que la negociación se haya desarrollado mediante un diálogo serio, abierto y corresponsable. La disposición de todos los sectores permitió alcanzar acuerdos que fortalecen el ingreso, reconocen la capacidad de adaptación empresarial y consolidan la competitividad del país”, indicó.