Río de Janeiro. El Flamengo desfiló este domingo por las calles de Río de Janeiro para celebrar el título de la Copa Libertadores logrado en la víspera en Lima, ante más de medio millón de personas que desafiaron el sol y el calor en la ciudad carioca para conmemorar la victoria junto a sus héroes. No obstante, el festejo se vio empañado por los disturbios ocurridos en algunos puntos del recorrido, que dejaron como saldo algunas personas heridas.
Tras aterrizar en el aeropuerto internacional de Río, la caravana del Flamengo partió hacia el centro de la ciudad acompañada por miles de aficionados en motos y vehículos.
Una enorme carroza con tarima abierta transportó a los campeones, que prefirieron esperar cerca de tres horas el aterrizaje de la comisión técnica, que viajó en un vuelo comercial y que llegó con atraso.
La euforia de los cientos de aficionados que rodeaban el aeropuerto se encomendó rápidamente de los jugadores del Flamengo, mientras iniciaban los 15 kilómetros de recorrido hasta el centro de la ciudad.
Una vez allí, donde los esperaron por horas miles de hinchas, la locura se desató entre todos los presentes. Los jugadores vistieron una camiseta del Flamengo con el dorsal número 4 y la leyenda “Tetracampeón”, en alusión a las cuatro Libertadores que alcanzó el Mengão, ahora el club brasileño más ganador de la gloria continental.
En medio de la ovación, entre los jugadores apareció roto el trofeo de la Copa Libertadores, ataviado con cintas en su parte más alta para intentar remediar el daño. Según la prensa brasileña, el trofeo se rompió en las conmemoraciones en el césped del Estadio Monumental de Lima.
Las selfies de los jugadores con la Copa Libertadores, que pasó de mano en mano, fueron la imagen más repetida durante el trayecto. El delantero Pedro, baja en Lima por lesión, lideró la celebración y se apoderó rápidamente del micrófono y las arengas.
Como es habitual, no faltaron las provocaciones a clubes rivales. El uruguayo Matías Viña, ex jugador del Palmeiras, cantó el famoso “Palmeiras no tiene Mundial”, un habitual cántico que le dedican las aficiones rivales al Verdão para recordar que nunca ganó un torneo intercontinental.
Danilo, autor del gol de la victoria, el uruguayo, Giorgian De Arrascaeta, y Bruno Henrique, así como el técnico, Filipe Luís, fueron los más aclamados por la afición.
Desde el micrófono, los jugadores pidieron a sus seguidores que mantuvieran la calma, tras detectarse algunas peleas en la calle, las cuales provocaron que la policía lanzara gases lacrimógenos, lo que derivó en detenciones y personas heridas.
Hasta el cierre de esta edición, la policía local no había informado la cantidad de personas lesionadas, pero imágenes difundidas en redes sociales mostraron a diversas personas recibiendo asistencia médica. Además, se observaron saqueos en algunas tiendas de electrodomésticos.
Tras casi dos horas recorriendo el centro de Río, la celebración se dio por terminada con la esperanza de repetirla en pocos días con el título del Brasileirão en el brazo.