Hay 15 países que controlan 90 por ciento de 12 de los 21 metales críticos requeridos para la transición energética, entre los cuales destaca China, que concentra buena parte de 19 de ellos, señaló el especialista en minería Fernando Alanís, quien subrayó que el gigante asiático ha seguido una visión y un plan de manera congruente durante los últimos 50 años.
Para el ex presidente de la Cámara Minera de México y ex directivo de empresas mineras como Peñoles, el proyecto que trazó China, junto con la iniciativa privada tiene una meta común: llevar a que el país sea líder en tecnología, con una ventaja que lo pone muchos años por delante de otros países.
Una prueba de su dominio, destacó, son las tierras raras, un grupo de elementos químicos esenciales para la transición energética y el desarrollo de tecnologías avanzadas. El país asiático concentra casi 70 por ciento de la producción y más de 90 por ciento de la refinación.
De acuerdo con BBVA, los 17 elementos químicos conocidos como tierras raras, que en realidad son óxidos abundantes en la corteza terrestre, son considerados recursos estratégicos. Si bien la extracción de los minerales que hay en ellas era considerado hasta hace poco de alto riesgo ambiental que conlleva, ahora resultan estratégicas para la sostenibilidad.
Según datos oficiales, 22 países tienen organismos especializados en la producción e investigación de metales críticos, con políticas públicas enfocadas a acelerar el desarrollo minero para garantizar la disponibilidad de esos elementos y, a su vez, la producción de bienes en los sectores económicos estratégicos definidos por cada país.
De acuerdo con Alanís, China domina el mercado de minerales críticos. Por ejemplo, produce 98 por ciento del galio del planeta, 95 del magnesio, 90 del niobio, 82 del tungsteno, 81 del bismuto, 79 del grafito, 76 del silicio, 75 del cobalto, 70 de platino, indio y vanadio y 69 por ciento de las tierras raras, entre otros.
Además de controlar la producción de los metales críticos y sus cadenas de suministro, destacó el especialista, China hoy es líder en producción de autos eléctricos, con 50 por ciento del mercado; producción de imanes permanentes de alta precisión, con 80 por ciento. y fabricación de ánodos y cátodos de litio y cobalto para baterías de electromovilidad e industriales para almacenamiento de energía, con 80 por ciento del mercado.
“Hay mucho que aprender del modelo chino, que hoy asegura el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico, con un amplio beneficio social”, destacó Alanís.
Explicó que en 1972 China entendió que para crecer y ser dueño de su propio futuro debía tener el control de la generación de energía que requeriría, y en una visión estratégica “muy avanzada”, Deng Xiaoping, pionero en la apertura y el crecimiento de China, dijo: “Oriente Medio tiene el petróleo, China tiene las tierras raras”.
Pekín, continuó el especialista, identificó la urgente necesidad energética y apostó por las energías limpias y por ello clasificó como segmentos estratégicos la electromovilidad y los materiales avanzados; asimismo, decidió tener control sobre los elementos claves en la cadena de suministro para no depender del extranjero.