Boston, EU. La presidenta del Banco de la Reserva Federal (Fed) de Boston, Susan Collins, dijo el sábado que sigue inclinándose en contra de que el banco central estadounidense recorte su objetivo de tasas de interés el mes que viene, ya que se enfrenta a riesgos continuos tanto para sus mandatos de inflación como de empleo.
“Veo razones para dudar” sobre la reducción del costo de los préstamos a corto plazo en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de los días 9 y 10 de diciembre.
“Mi opinión es que la política monetaria se encuentra en la actualidad en un rango levemente restrictivo tras la relajación de medio punto porcentual (0.50) que llevamos a cabo en septiembre y octubre, y eso es lo apropiado”, dada la situación actual de la economía, declaró Collins a la prensa en una conferencia en su banco.
El reto para la Fed en estos momentos es que se enfrenta a los riesgos creados por una inflación superior al objetivo, mientras que al mismo tiempo el mercado de trabajo se está debilitando, señaló. Para la política monetaria, “veo riesgos en ambos lados y se trata realmente de equilibrar esos riesgos”.
Se le preguntó a Collins si estaba dispuesta a disentir de un recorte de tasas en la próxima reunión de la Fed, que es probable que sea inusualmente divisiva para un comité en el que las autoridades monetarias suelen establecer la política por consenso claro. Según indicó, no ha decidido lo que quiere que la Fed haga en la reunión y que le gustaría ver más datos antes de tomar una decisión.
En los últimos días, un amplio abanico de responsables de política se han pronunciado sobre si la Fed debería recortar en un cuarto de punto porcentual la tasa de los fondos federales, que actualmente se sitúa entre 3.75 y 4 por ciento.
Las otras dos rebajas se debieron al deseo de las autoridades monetarias de apoyar un mercado laboral cada vez más débil y, al mismo tiempo, mantener la política de tasas en un lugar donde pueda reducir la inflación, que sigue superando el objetivo de 2 por ciento de la Fed.
Los funcionarios de la Fed también llegarán a la reunión con una escasez de datos en los que normalmente se basan para establecer la política monetaria, con el cierre del gobierno recién resuelto. Un número considerable de ellos se mostró contrario a recortar las tasas en medio de la actual preocupación por la inflación.