Fráncfort. Los bancos de la zona euro deben prepararse para perturbaciones sin precedentes que provoquen graves trastornos con consecuencias de gran alcance para los sistemas financieros, dijo este martes el Banco Central Europeo al esbozar sus prioridades de supervisión para los próximos tres años.
El BCE sostiene desde hace tiempo que los bancos se enfrentan a una nueva realidad con perturbaciones más frecuentes, desde aranceles a ciberataques, que les exigen estar preparados para un abanico de posibilidades sin conocer la naturaleza exacta de la próxima crisis.
Esa protección requiere unos colchones de capital sanos, una infraestructura tecnológica actualizada, una gestión proactiva que esté en sintonía con las realidades financieras y una supervisión más intrusiva.
Un riesgo sin precedentes de acontecimientos extremos de baja probabilidad
"Las tensiones geopolíticas y los cambios en las políticas comerciales, las crisis climáticas y las relacionadas con la naturaleza, el cambio demográfico y las perturbaciones tecnológicas están exacerbando las vulnerabilidades estructurales, lo que hace que la probabilidad de que se produzcan acontecimientos extremos de baja posibilidad sea elevada y sin precedentes", señaló el BCE en un comunicado.
Por este motivo, reforzar la capacidad de resistencia de las entidades de crédito frente al riesgo y la incertidumbre políticos seguirá siendo la principal prioridad de supervisión del BCE, con especial atención a la asunción prudente de riesgos y a una capitalización adecuada, señaló el BCE.
Dada la naturaleza impredecible de estos riesgos, el BCE tiene previsto realizar una prueba de resistencia inversa, en la que repartirá niveles de agotamiento de capital y pedirá a cada banco que plantee escenarios que puedan provocarlos.
Por ahora, sin embargo, los bancos van bien. Son resistentes, su rentabilidad es sólida y la calidad de sus activos es estable, gracias en parte a un crecimiento económico y una inflación estables, según el BCE.
Por ello, sus requisitos generales de capital se mantendrán estables este año y el colchón no vinculante, la denominada recomendación de capital por pilar 2, en realidad se reducirá.
Los requisitos globales de capital de nivel 1 ordinario (también conocidos como CET1) y la orientación aplicable en 2026 se mantendrán estables en 11.2 por ciento, según el banco.
Un entorno benigno duradero es poco probable
Sin embargo, según el BCE, es poco probable que este entorno benigno dure.
"Persisten importantes riesgos a la baja, en particular como resultado de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la UE y de riesgos geopolíticos más amplios, que podrían afectar a sectores con elevados volúmenes de exportación a EU, como el sector automovilístico, el químico o el farmacéutico, provocando potencialmente un deterioro de la calidad de los activos", señaló el BCE.
Los mercados financieros también son propensos a correcciones repentinas, y los responsables de política monetaria advierten de que los precios de los activos no reflejan con exactitud el riesgo político, lo que conduce a valoraciones excesivas.
Para mitigar los riesgos, el BCE dará prioridad a una asunción de riesgos prudente y a unas normas de suscripción de créditos sólidas, con el fin de evitar la aparición de futuros préstamos morosos, dijo el BCE.