Ciudad de México. El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) podía tardar hasta 120 días en reaccionar ante una emergencia y más de tres meses en comenzar a liberar los recursos, expuso ayer la titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro.
En la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en Palacio Nacional, la funcionaria explicó que la extinción del Fonden fue necesaria pues se convirtió en un mecanismo inoperante, burocrático y plagado de corrupción.
Creado en 1996 y convertido en fideicomiso en 1999, el Fonden fue concebido bajo reglas que fomentaban la opacidad y la discrecionalidad. “Era tan burocrático que no podía ayudar nada. Había veces que se tardaban hasta 120 días después de la emergencia; sucedía la urgencia y por hacer todo el trámite pasaban meses cuando apenas empezaban a ver qué iban a hacer”, señaló.
El proceso era tan enredado que incluía varias etapas: primero la declaratoria de desastre, después la validación del dictamen por Gobernación, la reunión de comités técnicos, avaluar los daños y, finalmente, la aprobación del presupuesto.
“El periodo más corto que estaba marcado por el procedimiento llevaba 42 días hábiles para llegar a la aprobación, y después otros pasos antes de gastar un solo peso”, sin apoyos directos a la población, puntualizó.
A esa complejidad se sumaba una regla según la cual en cierta etapa el gobierno federal sólo podía aportar recursos si los estados o municipios también lo hacían.
“Si un municipio no tenía dinero y estaba en desastre natural, no había recurso federal. Bonita ayuda, porque no había dinero”, ironizó Buenrostro.
En 2017 la ASF lo advirtió
Señaló que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ya había advertido en 2017 que el Fonden era “ineficaz, ineficiente, opaco y con múltiples actos de corrupción”.
La funcionaria presentó ejemplos de desvíos y corrupción en distintas administraciones. Durante el sexenio de Vicente Fox, señaló, la entonces coordinadora de Protección Civil fue inhabilitada por 10 años tras detectarse irregularidades por 182 millones de pesos y sobreprecios de hasta 375 por ciento en compras.
Con Felipe Calderón, añadió, el entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte, recibió más de 7 mil millones de pesos por las inundaciones causadas por los huracanes Karl y Matthew, pero devolvió más de 500 millones sin ejercerlos y dejó sin comprobar grandes montos. En Tabasco, el mandatario Andrés Granier usó 215 millones del Fonden para pagar el déficit fiscal, telefonía y consultorías en lugar de atender la emergencia.
Respecto al sexenio de Enrique Peña Nieto, mencionó que la atención a los huracanes Ingrid y Manuel fue “patética y burocrática”, con hasta 119 días de retraso para iniciar obras. En el caso del Plan Nuevo Guerrero, de los 43 fraccionamientos construidos para reubicar familias, 30 resultaron inhabitables o con fallas estructurales.
Buenrostro subrayó que, a diferencia del pasado, los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum optaron por una respuesta directa, rápida y transparente. “En el huracán Otis se atendieron a más de 300 mil personas, en el John más de 140 mil y con Erick casi 60 mil, con menos dinero, más eficacia y ayuda directa a la gente”, concluyó.