Brasilia.- Una intervención de Estados Unidos para deponer al presidente venezolano Nicolás Maduro "puede incendiar América del Sur" y Brasil no lo aceptará, advirtió en entrevista con la AFP el asesor especial del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, Celso Amorim.
Amorim, que fue canciller de Lula en sus primeros dos gobiernos (2003-2010), expresó preocupación por los ataques estadunidenses sin "ninguna prueba" contra embarcaciones de supuestos narcotraficantes en el Caribe, cerca de las costas venezolanas, lo que calificó como una "amenaza de intervención externa".
El asunto, según el veterano diplomático, puede estar en la agenda de una reunión todavía a confirmar entre Lula y el presidente estadunidense, Donald Trump, el domingo en Malasia, al margen de la cumbre regional de la Asean.
Las relaciones entre Trump y Lula se tensaron luego de que el republicano impusiera aranceles punitivos al gigante suramericano por el juicio al expresidente Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de cárcel por golpismo.
A continuación fragmentos de la entrevista:
Pregunta: ¿Lula expresará su descontento ante Trump por los ataques estadounidenses a embarcaciones en el Caribe si se concreta su reunión el domingo?
Respuesta: "Dependerá del ambiente de la conversación. Brasil claramente está preocupado con el uso de la fuerza, la amenaza del uso de la fuerza o la amenaza de métodos clandestinos como la CIA para derribar gobiernos de la región.
No queremos una convulsión en nuestra región. Dependiendo de lo que suceda, puede efectivamente tener consecuencias muy profundas y muy graves. No va a quedar contenida a los países donde ocurra.
Hay una amenaza de intervención externa, (...) hay personas muriendo ya. No sé si son narcotraficantes, pero no hay ninguna prueba de que lo sean. Es muy peligroso".
P: ¿Si EEUU interviene para deponer al mandatario venezolano Nicolás Maduro, cómo se posicionaría Brasil?
R: Estamos en contra de una intervención externa. El problema de quién va a gobernar en Venezuela es de los venezolanos. No es fácil, exige mucha ayuda para crear puentes, pero una intervención externa, sea armada o con servicios de inteligencia, no es el camino.
No podemos aceptar una intervención externa porque eso va a crear un resentimiento inmenso. Para Brasil y para Colombia (puede) crear problemas concretos de refugiados. Eso puede incendiar América del Sur y llevar a la radicalización de la política en todo el continente".
P: ¿Qué permitió el acercamiento de Brasil y Estados Unidos después de meses de tensiones por el juicio a Bolsonaro y los aranceles?
R: "Diría que el sentido común, de ambas partes. El presidente Lula no va a dar lecciones a Trump y espero que lo contrario no ocurra tampoco. Tiene que haber un diálogo para buscar los puntos de encuentro.
Se trata de continuar una conversación positiva y sobre todo un buen entendimiento en la parte económica y comercial".
P: ¿Cree que Trump desistió de apoyar al bolsonarismo en Brasil tras la condena al expresidente ultraderechista?
R: "La palabra Bolsonaro no fue pronunciada en la conversación (telefónica de Lula y Trump el 6 de octubre). En todo gobierno hay personas más pragmáticas y personas más ideológicas. En este caso, creo que personas pragmáticas deben de haber hablado con Trump".
P: ¿Qué ofrecerá Brasil a EU para lograr la retirada de los aranceles?
R: "Creo que lo más importante es haber comenzado un diálogo sin precondiciones.
Se acordó crear un grupo de trabajo que discutirá las cuestiones comerciales. Ahora, cómo será, qué será importante, es muy pronto para decirlo. Yo fui negociador durante mucho tiempo y no es cuestión de ir ofreciendo cosas".
P: ¿Los minerales críticos, entre ellos las tierras raras que Brasil posee, pueden estar sobre la mesa?
R: "Conversaremos sobre cualquier asunto. Sobre minerales críticos y tierras raras, lo importante es que seamos capaces de definir nuestras necesidades. Nosotros estamos abiertos a inversiones, siempre que también haya beneficio para Brasil".
P: ¿Brasil prioriza lograr la exención de aranceles a sectores importantes como la carne y el café?
R: "La carne y el café son importantes obviamente pero las máquinas y motores también. (...) Todos los sectores serán negociados.
Creo que va a ser una discusión práctica, vamos a ver qué conseguimos. No hubo condicionamiento político, jurídico o ideológico en relación a la negociación. Eso es lo más importante, ya es un nuevo comienzo".