Mariana La Barby Juárez no se permite ganar una pelea de forma simple. Prefiere atacar, soltar golpes, ser aliada de entornos hostiles, aunque su rostro quede desfigurado. En el penúltimo encuentro profesional de un retiro definitivo, la pionera del boxeo femenil en México regresó al ring para defender el campeonato plata de peso supergallo del CMB con una victoria por decisión unánime ante la japonesa Tomomi Takano en la Unidad Deportiva Cuauhtémoc, en Naucalpan de Juárez.
Cuatro veces campeona del mundo, la peleadora de 45 años intentó llegar al nocaut desde los rounds iniciales. Pegó de derecha, de izquierda, sorprendió a su rival con series veloces, ganchos y un jab poderoso, pero no alcanzó para terminar la contienda antes de tiempo. Takano pareció reírse por momentos, retadora, desafiante, como si su mandíbula estuviera hecha de acero.
“La miré en los primeros rounds y me di cuenta que sintió la fuerza del jab. Fue valiente. Desgraciadamente, entre sus abrazos y marrullerías, la pelea se me complicó un poco”, describió ya con el triunfo La Barby sobre los momentos en que se desesperó al no encontrar el golpe final. Las tarjetas de los jueces fueron fulminantes:100-90, 100-90, 100-90, todos coincidieron en que ella fue la ganadora.
Para su última función, la multicampeona retó públicamente a la tijuanense Jackie Nava para pelear en marzo, en el Zócalo capitalino, y colgar definitivamente los guantes que la hicieron leyenda.