La comunidad científica internacional ha lamentado la muerte de la primatóloga Jane Goodall. El Proyecto Gran Simio, junto con la Fundación Animals Guardians y el Corredor Biológico Mundial, han expresado sus condolencias, a las que se ha unido el Real Jardín Botánico-CSIC.
"La humanidad pierde hoy a una mujer incansable, cuya voz se alzó durante décadas en favor de los que no podían hablar: chimpancés, gorilas, orangutanes y todas las especies que habitan los bosques tropicales", han escrito en una comunicado las organizaciones.
Así, han recordado que, "con su trabajo científico, ético y divulgativo, Jane Goodall abrió los ojos a generaciones enteras sobre la necesidad de reconocer a los grandes simios como seres con derechos básicos y dignidad propia".
Junto a Dian Fossey y Biruté Galdikas, "formó el trío de mujeres pioneras que hicieron posible que el mundo comprendiera la profundidad emocional, social y cognitiva de los grandes simios, estableciendo un puente de unión con nuestra propia especie".
Jane Goodall apoyó la publicación del libro Proyecto Gran Simio, escrito por Peter Singer y Paola Cavalieri, en el que "se sentaron las bases éticas para un cambio de paradigma en la relación entre los humanos y los demás homínidos. Su voz resonó entonces, como hoy, como una llamada a la justicia y al respeto hacia los que comparten con nosotros un mismo origen evolutivo".
Los grandes simios han quedado hoy huérfanos de una voz poderosa que luchó sin descanso por su libertad y por la protección de sus bosques. Jane Goodall nos mostró que los chimpancés "sienten, piensan, se comunican y transmiten su cultura de generación en generación", ha asegurado el director ejecutivo del Proyecto Gran Simio, Pedro Pozas Terrados.
Por su parte, la fundadora y presidenta de la Fundación Animal Guardians, Marta Esteban Miñano, ha calificado de Goodall como "mujer sabia, serena, incansable y su energía continuará". Ha recordado como "trabajó hasta el último momento para que el mundo reconociera algo tan básico como que los animales sienten, piensan y aman. Sin ella, el reconocimiento de los grandes simios como seres conscientes y con emociones complejas habría tardado décadas más".
Desde las tres organizaciones se hace un llamamiento a continuar con la labor que Jane Goodall inició y que hoy se convierte en legado y compromiso para las futuras generaciones. "Su figura seguirá siendo faro de esperanza y ejemplo de que la lucha por la vida, la justicia y la dignidad de todos los seres vivos es el camino que la humanidad debe seguir", han añadido.
"Jane Goodall no se marcha, permanece viva en la memoria de los bosques, en la mirada de los chimpancés y en cada paso de quienes creemos en un futuro de respeto y coexistencia", ha añadido Pedro Pozas.
Mientras, el Real Jardín Botánico-CSIC se ha unido a las condolencias de la comunidad internaconal recordando su visita en mayo de 2009 para presentar la campaña para promover el reciclaje de móviles, la reutilización de sus componentes y así disminuir la demanda de materias primas como el coltán, localizado principalmente en la República del Congo, y con ello frenar la destrucción del hábitat de los grandes simios como gorilas, bonobos y chimpancés en África.
En esa conferencia, Goodall transmitió el mensaje de que, "el peor enemigo de la conservación de la biodiversidad es la pobreza extrema, y la ayuda de los gobiernos europeos debe apostar por el desarrollo sostenible y la educación como las herramientas más eficaces a largo plazo para la conservación en África de estos simios".
Jane Goodall, pionera en el estudio de los chimpancés salvajes, era Mensajera de la Paz de Naciones Unidas, recibió en 2003 el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Además, era Dama comandante de la Orden del Imperio Británico, Premio Nierenberg por la Ciencia, Medalla de la UNESCO y de la Legión de Honor Francesa hasta sumar más de un centenar de premios y reconocimientos, así como ser nombrada Doctora Honoris Causa en más de una treintena de universidades de todo el mundo.