San Agustín Mezquititlán,Hgo. En la localidad indígena de El Terrero, del municipio de San Agustín Mezquititlán, ubicada en la sierra hidalguense, la pequeña escuela del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), fue cerrada desde hace tiempo por falta de niños y convertida en una bodega de objetos religiosos.
Tal como lo verificó La Jornada durante una visita por la localidad, se trata del prescolar Piña Pérez, foliado con la Clave del Centro de Trabajo (CCT) 13 K.J.N.1951Z.
La extinta escuela no era más que un pequeño cuarto de aproximadamente 5 metros de ancho por 7 de largo, pintado de color rosa. En la fachada aún tiene pintadas las siglas del Conafe así como el nombre del centro escolar y su CCT.
A través de las ventanas se puede observar que en una de las paredes del pequeño salón aún se encuentra colocado un pizarrón de tiza de color verde, muy maltratado, con un borrador y dos trozos de gises colocados en la bandeja, que es una especie de canaleta rectangular de metal colocada en la base.
Hay algunas sillas usadas por los niños, colocadas encima una de otra.
En el lugar hay un viejo ropero de madera, utilizado para guardar la vestimenta usada por quienes cada año, en Semana Santa, representan a los personajes bíblicos de la pasión de Jesús.
También se pueden observar tres estandartes, uno con la imagen de Cristo crucificado y en la parte superior con la leyenda: "Señor de la Salud".
En otro está pintada la Virgen de Guadalupe y en el tercero, el más grande que sobresale de los otros dos, la imagen San Judas Tadeo. En el suelo había algunas veladoras y una caja con esferas navideñas, entre otros objetos amontonados.
Foto: Ricardo Montoya
Francisco Piña Córdova, campesino y vecino de la localidad, dijo que la escuela cerró desde hace muchos años, por la falta de niños.
Dijo que la última vez que funcionó ya sólo iban a clases dos alumnos y al final ninguno, por lo que el Conafe decidió ya no enviar al maestro y cerrar el pequeño centro escolar.
Juan, otro de los vecinos comentó que por decisión de la comunidad, se decidió usar el salón como bodega para guardar algunas cosas de la iglesia de la localidad así como el poco mobiliario con que contaba la escuela.
Subrayó, que en caso de que las autoridades educativas decidan volver a abrir la escuela, los pobladores buscarían otro lugar para guardar los objetos religiosos.
"El asunto es que no hay niños en El Terrero", puntualizó don Juan.
Para la activista Carolina Guerrero, —quien dio a conocer el caso de la niña Yareli Ortiz, de 9 años de edad , quien se veía obligada a caminar 16 kilómetros, desde su casa ubicada en el caserío de Rancho Nuevo, del municipio de Jacala a una escuela del Conafe situada en el poblado de Xiopa del ayuntamiento de Tlahuiltepa, por lo que organizó una colecta para comprar una cuatrimoto para que la mamá de la menor la pueda llevar todos los días y la cual fue entregada el pasado sábado—, hay muchos casos como el de la menor que se ven obligados a cubrir largas distancias para tomar clases ante la falta de una escuela en su comunidad.
Dijo que es necesario buscar alternativas viables para que los niños y niñas que viven en comunidades alejadas donde no hay escuelas de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), ni del Conafe puedan tener acceso a su derecho constitucional a recibir educación.
Sobre cuántas escuelas del Conafe han desaparecido en Hidalgo, no hay datos oficiales.
Según información de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), en la entidad hay mil 889 escuelas del Conafe, de las cuales 223 tienen menos de 10 alumnos por temas de dispersión. Otras 426 escuelas del Consejo Nacional de Fomento Educativo cuentan con menos de 15 alumnos.
En total, 649 escuelas no cumplen con la norma que establece la SEP federal que indica que el número mínimo para tener una clave de centro de trabajo (CCT) es de al menos 15 alumnos.
Es el caso de la escuela Rafael Ramírez foliada con la CCT 13KPRI 096U de Xiopa, Tlahuiltepa donde la pequeña Yareli Ortiz cursa el cuarto año de primaria; sólo hay siete alumnos: Hay dos niños que cursan el segundo grado y tres el tercero, Yareli el cuarto grado y una niña más el primero de secundaria. Ante esta situación, los papás y mamás de los niños temen que ese centro escolar también desaparezca.
El Conafe tiene mil 889 escuelas en el estado de Hidalgo; la matrícula en conjunto de todas ellas es de 14 mil 614 alumnos; 9 mil 106 son de nivel prescolar; 3 mil 544 de primaria, y 2 mil 55 de secundaria.