Ciudad de México. Aun cuando México es un país con riqueza de bosques, es deficitario en productos forestales e importa 7 mil millones de dólares en madera, libros, lápices, celulosa y muebles, y ello explica que las comunidades cambian de uso de suelo y optan por la tala, porque no tienen otra manera de vivir, señaló el PVEM en la Cámara de Diputados.
“Si generamos un plan de desarrollo forestal que contemple el manejo sostenible, vamos a preservar mejor los recursos y ayudar a las comunidades a salir de la pobreza y, a su vez como sociedad, seguiremos como beneficiarios de los servicios ambientales del bosque”, planteó el secretario de la Comisión de Medio Ambiente de la cámara, Jesús Cuanalo Araujo.
Consideró que el programa Sembrando Vida podría incluir también a los campesinos forestales, porque se concentra en la siembra de árboles frutales “y la clave sería que, con su presupuesto de 2 mil millones de pesos, incluya a predios forestales, y seles pague por preservar y darle manejo al bosque por generar oxígeno y agua a la sociedad. Sería clave vincularlos”.
Cuanalo Araujo refirió que, aun cuando se considera a los bosques y selvas como patrimonio nacional, la mayoría “pertenece a comunidades y ejidos forestales y muchos de ellos indígenas, entonces si Sembrando Vida los voltea a ver, el impacto social, sería también muy grande”.
En entrevista señaló además que la mejor manera de preservar el bosque es evitar la tala clandestina e impulsar el manejo sostenible de las comunidades poseedoras del bosque.
“Las comunidades al ver, técnicamente, poca posibilidad de hacer un aprovechamiento sostenible de sus recursos, lo abandonan y el bosque, quedan a merced del crimen organizado”, comentó.
Recordó que, en el periodo extraordinario de julio, la Cámara de Diputados aprobó, por iniciativa del PVEM, que la Guardia Nacional proteja los bosques de México. “No había un cuerpo armado facultado para ello y lo que sigue es reformar el Código Penal para realmente hacer frente a este delito”.