Nuevo Laredo, Tam.- Con un clima que finalmente da un respiro, los rancheros de la región celebran las lluvias registradas durante la madrugada del jueves. Felipe Javier Fernández Martínez, productor ganadero local, expresó: “Al fin nos llovió, y apenas es la primera del mes”. Las precipitaciones alcanzaron un total de 3.5 pulgadas en varios ranchos de la zona, aunque fue en la ciudad donde se registró la mayor acumulación de agua.
Según el productor, la tormenta tuvo un impacto positivo, especialmente en las áreas cercanas al río, donde el agua logró recuperar abrevaderos, pequeñas presas y humedecer la tierra. No obstante, Fernández señaló que la lluvia no se extendió más allá del kilómetro 40 de la Carretera Nacional, limitándose a zonas específicas. “No alcanzó el Arroyo El Salado”, añadió.
A pesar de los beneficios inmediatos, el productor advirtió que estas podrían ser las últimas lluvias del mes de septiembre, tradicionalmente húmedo. Las previsiones climáticas indican que las probabilidades de lluvia disminuirán considerablemente después del viernes, lo que genera incertidumbre entre los rancheros respecto al resto de la temporada.
Sin embargo, la reciente precipitación ha traído optimismo al sector ganadero. Gracias a la humedad registrada, los productores han podido recuperar los abrevaderos y preparar la tierra para futuras siembras de zacate, un forraje esencial para la alimentación del ganado. Este tipo de cultivo es crucial para los rancheros, especialmente ante la proximidad de los meses secos del invierno.
La recuperación de los abrevaderos representa también un alivio significativo, ya que los ganaderos suelen enfrentar escasez de agua durante los periodos más críticos del año. Con los depósitos naturales llenos, el ganado podrá mantenerse hidratado sin depender exclusivamente de fuentes externas.
Ahora, los rancheros se preparan para sembrar forraje, lo que les permitirá contar con reservas de alimento durante los meses de sequía. A pesar de las incertidumbres climáticas, este último respiro de agua ha sido un rayo de esperanza para un sector que depende de las lluvias para su subsistencia.