Nueva York y Washington. El presidente estadunidense, Donald Trump, declaró en una asamblea de todos los 193 países del mundo este martes, que sus naciones se “están yendo al infierno” a causa de la inmigración no controlada, y el “engaño” del cambio climático, e insistió en que sólo se podrán salvar si trabajan con Estados Unidos.
“En siete meses yo he puesto fin a siete guerras”, afirmó en su discurso mareador de más de una hora en el 80 periodo de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebra esta semana aquí en su sede sobre la ribera del Río Este en la ciudad de Nueva York. “Que mal que yo tuve que hacer esto en lugar de Naciones Unidas. Tristemente, Naciones Unidas no hizo nada”. Agregó que “todo lo que obtuve de la ONU es una escalera mecánica que se paró a la mitad y un teleprompter que no funciona”, en referencia a fracasos de equipo al llegar a pronunciar su discurso este martes.
Trump tomó el podio después de los discursos del secretario general, Antonio Guterres, la presidenta de la Asamblea General, Annalena Baerbock y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quienes ofrecieron invitaciones apasionadas a la unidad mundial para a abordar el cambio climático, la pobreza y desigualdad mundial, y las guerras en Gaza y Ucrania. Con su mensaje explícita y directamente opuesto al de los primeros oradores - quienes en esencia expresaron el consenso de la abrumadora mayoría de la ONU - Trump se autocongratuló por sus éxitos domésticos e internacionales, incluyendo ordenar tropas a las calles de su capital y las medidas antimigrantes a nivel nacional, y una vez más sugirió que ameritaba el Premio Nobel de la Paz.
En sus únicos comentarios sobre América Latina, Trump justifico el bombardeo de las lanchas que acusa de transportar drogas en las costas de Venezuela - una acción que Lula acababa de calificar como una violación de la ley internacional - advirtiendo a todo “terrorista” que intente llevar “veneno” a Estados Unidos que “te volaremos de la existencia”. Por otro lado, atacó la “persecución” penal contra el ex mandatario brasileño Jair Bolsonaro, y agregó que “Brasil está mal y continuará estando mal. Sólo mejorarán cuando trabajen con Estados Unidos”. Contó que se había topado con Lula en el pasillo antes de presentarse en el podio, que se abrazaron y tuvieron “excelente química”, y anunció que acordaron reunirse en persona la próxima semana.
“¿Cual es el propósito de Naciones Unidas?”, preguntó antes de responder: “son palabras huecas, y las palabras huecas no resuelven a estas guerras”. También afirmó que su decisión de sumarse a Israel en bombardear a Irán había llevado a la resolución del conflicto entre esos dos países (una conclusión con la que no están de acuerdo esos dos países), y acusó que Hamas es el obstáculo a un alto el fuego en Gaza sin atribuir ninguna responsabilidad a Israel.
De hecho, su próxima frase fue un ataque directo contra la gran mayoría de los gobiernos que estaban sentados frente a él: “como si quisieran llenar mayor conflicto, algunos en esta sede están ahora buscando reconocer un Estado palestino”. Indicó que “en lugar de ceder ante Hamas, aquellos que desean la paz deberían demandar el retorno de los rehenes”. Sin embargo, Trump se reunió más tarde con líderes árabes para intentar rescatar las posibilidades de un cese al fuego.
El mandatario estadunidense autoelogió sus esfuerzos para poner fin al conflicto con Ucrania, pero admitió que la paz ha sido más difícil lograr de lo que anticipaba, criticó a los europeos por demandar más sanciones sobre Rusia mientras continuaban comprando gas de Moscú. En una de las muy pocas reuniones bilaterales que hizo hoy, se reunió con el presidente ucranio Volodymir Zelensky y poco después sorprendió a todos con un mensaje en redes sociales aconsejando a los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a derribar drones rusos que sobrevuelen sus territorios y que concluyó que Ucrania, con apoyo europeo, puede reconquistar todo el territorio que ha perdido a Rusia desde 2014 - algo que expertos creen imposible. No se sabe si este giro inesperado es maniobra de negociación o algo real.
Trump también se reunió con el presidente argentino Javier Milei, cuya prioridad aquí es buscar un rescate estadunidense de su economía. Trump comentó que su gobierno ayudará a Argentina pero que no pensaba que era necesario un rescate financiero, reportó Reuters.
La solución a todos los problemas del mundo, y para evitar “irse al infierno”, es obvia y sencilla: “vengo aquí para ofrecer la mano del liderazgo y amistad estadunidense a toda nación que este dispuesta a forjar un mundo para seguro y próspero”.
Pero dejó claro que esta ayuda viene con condiciones, y dedicó la mayoría de su discurso a dos de los puntos principales de la derecha estadunidense que ha intentado exportar al resto del mundo: la migración descontaría y el problema “falso” del cambio climático. “Es hora de poner fin al experimento de fronteras abiertas. Sus países se están yendo al infierno”, con ello, y señaló que “Europa está en dificultades serias y está siendo invadida por extranjeros ilegales. No es sustentable”. Trump acusó que la ONU, al ofrecer apoyo a refugiados, està nutriendo esta migración.
Tal como suele hacer en sus discursos, Trump se desvió de su mensaje y atacó a sus adversarios, incluyendo esta vez al “gobierno más corrupto” del ex presidente Joe Biden. También sorprendió a muchos aquí al recordar que él había sometido una solicitud para el contrato de renovar la sede de la ONU en los 80 para dar a entender que el complejo se estaba deteriorando, las escaleras mecánicas no estaban funcionando, todo como consecuencia de que le rechazaron su oferta.
En el podio frente al presidium en la gran sala donde estaban sentados la presidenta de la Asamblea General, Baerbock, quien fue una política integrante del Partido Verde de Alemania, Trump dedicó una amplia parte de su discurso para atacar el concepto del cambio climático. “Si no se apartan de este gran estafa de energía verde y cambio climático, tu país fracasará”, dijo a los representantes del mundo. Por ello, recordó, su gobierno se retiró de los Acuerdos de París sobre clima.
Concluyó: “la inmigración y el alto costo de la llamada energía verde está destruyendo el mundo. Se necesita fronteras fuertes y fuentes de energía tradicionales para prosperar”.
El gobierno de Trump no ha pagado todas sus cuotas a la ONU, se ha retirado no sólo del acuerdo de París, sino de la Organización de Salud Mundial, el Consejo de Derechos Humanos de la organización y la UNESCO y la agencia para refugiados palestinos entre otras, pero después de su discurso, tranquilizó a los que pensaban que podría anunciar el retiro completo de su país de la organización.