Nueva York. El tirador que atacó la sede de la NFL en Nueva York a finales de julio sufría una enfermedad cerebral degenerativa, anunció este viernes la Oficina del Médico Forense Jefe (OCME) de la ciudad.
“La OCME encontró evidencia diagnóstica inequívoca de encefalopatía traumática crónica, también conocida como ETC, en el tejido cerebral del fallecido”, declaró la oficina en un comunicado, y detalló que la enfermedad neurodegenerativa se encontraba “en sus primeras etapas”.
Shane Tamura, de 27 años, mató a cuatro personas antes de suicidarse el pasado 28 de julio en un rascacielos de Manhattan que albergaba las oficinas de la NFL, a la que acusó de ocultar los riesgos asociados al futbol americano.
En una nota hallada en su cuerpo por la policía, el empleado de un casino de Las Vegas, que había practicado este deporte en la escuela secundaria, escribió: “Estudien mi cerebro, lo siento”.
La ETC, que no se puede detectar en personas vivas, puede causar una variedad de síntomas de conducta, como agresión, impulsividad, depresión, ansiedad, paranoia, tendencias suicidas y problemas cognitivos progresivos como la pérdida de memoria.
Desde principios de la década de 2000, varios estudios han destacado la relación entre esta degeneración cerebral y lesiones en la cabeza, que provocan conmociones cerebrales que con demasiada frecuencia arruinan las carreras de jugadores de futbol americano o hockey sobre hielo.
Bennet Omalu, patólogo forense y neuropatólogo, fue el primero en identificar públicamente la ETC al estudiar el cerebro de Terry Long, ex jugador de los Acereros de Pittsburgh que se suicidó en 2005.
La NFL no reconoció la relación entre el deporte y la enfermedad hasta 2016, tomando medidas para mitigar los riesgos y compensando a los ex jugadores.
Un estudio de 2017 detectó ETC en el tejido cerebral de 110 ex jugadores de la liga, a menudo fallecidos de manera prematura, de un total de 111 estudiados.