París. El crecimiento mundial se mantiene mejor de lo previsto, pero aún no se ha dejado sentir todo el impacto de la subida de aranceles de Estados Unidos, mientras que la inversión en inteligencia artificial (IA) sostiene por ahora la actividad estadunidense y el apoyo fiscal amortigua la ralentización de China, según dijo este martes la OCDE.

En su último Informe Provisional de Perspectivas Económicas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señala que el impacto total de la subida de aranceles de EU aún no se ha hecho sentir y que las empresas han absorbido hasta ahora gran parte del impacto a través de márgenes más estrechos y reservas de existencias.

Muchas empresas almacenaron bienes antes de las subidas arancelarias del gobierno de Trump, que elevaron la tasa efectiva de Estados Unidos sobre las importaciones de mercancías a un estimado del 19.5 por ciento a finales de agosto, el más alto desde 1933, en las profundidades de la Gran Depresión.

"Los efectos completos de estos aranceles se harán más evidentes a medida que las empresas agoten los inventarios acumulados en respuesta a los anuncios de aranceles y a medida que se sigan aplicando las tasas arancelarias más altas", dijo en rueda de prensa el director de la OCDE, Mathias Cormann.

Mejora de previsiones para 2025

Se espera que la economía mundial se ralentice solo ligeramente, hasta 3.2 por ciento en 2025 desde el 3.3 del año pasado, frente a 2.9 previsto por la OCDE en junio.

Sin embargo, la organización con sede en París mantuvo su previsión para 2026 en 2.9 por ciento, ya que el impulso de la creación de inventarios ya se está desvaneciendo y se espera que los aranceles más altos pesen sobre el crecimiento de la inversión y el comercio.

"Un aumento adicional de las barreras al comercio o una larga incertidumbre política podrían reducir el crecimiento al aumentar los costos de producción y lastrar la inversión y el consumo", dijo Cormann.

La OCDE pronosticó que el crecimiento económico de EU se ralentizaría hasta 1.8 por ciento en 2025, frente a 1.6 previsto en junio, desde 2.8 del año pasado, antes de reducirse hasta 1.5 por ciento en 2026, sin cambios respecto a la previsión anterior.

Según la OCDE, se espera que el auge de la inversión en inteligencia artificial, el apoyo fiscal y los recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal ayuden a compensar el impacto del aumento de los aranceles, el descenso de la migración neta y los recortes de empleo a nivel federal.

En China, el crecimiento también se ralentizará en la segunda mitad del año, a medida que disminuya la prisa por enviar las exportaciones antes de que se apliquen los aranceles estadunidenses y se reduzca el apoyo fiscal.

No obstante, se espera que la economía china crezca 4.9 por ciento este año, frente 4.7 por ciento de junio, antes de ralentizarse hasta 4.4 en 2026, una revisión al alza desde 4.3 por ciento.

En la zona euro, las tensiones comerciales y geopolíticas contrarrestan el impulso de la bajada de los tipos de interés, según la OCDE.

Se prevé que la economía del bloque crezca 1.2 por ciento este año, revisado al alza desde 1.0 por ciento anterior, y 1.0 por ciento en 2026, frente a 1.2 anterior, ya que el aumento del gasto público en Alemania impulsa el crecimiento, mientras que las medidas de austeridad pesan sobre Francia e Italia.

Se espera que la economía japonesa se favorezca este año de la solidez de los beneficios empresariales y del repunte de la inversión, elevando el crecimiento a 1.1 por ciento —frente a 0.7 por ciento anterior— antes de que el impulso se desvanezca y la expansión se ralentice hasta 0.5 por ciento en 2026, revisado al alza desde 0.4 por ciento.

La OCDE revisó al alza su previsión de crecimiento para Reino Unido, de 1.3 por ciento a 1.4 este año, y mantuvo sin cambios su previsión para 2026 en 1.0 por ciento.

Se espera que la política monetaria sea expansiva

Ante la ralentización del crecimiento, la OCDE señaló que espera que la mayoría de los principales bancos centrales reduzcan los costes de los préstamos o mantengan una política monetaria acomodaticia durante el próximo año, siempre que las presiones inflacionistas sigan disminuyendo.

Se prevé que la Reserva Federal de EU siga recortando los tipos a medida que se debilite el mercado laboral, a menos que el aumento de los aranceles provoque una mayor inflación.

En Australia, Reino Unido y Canadá se prevén recortes graduales de los tipos, mientras que el Banco Central Europeo se mantendrá estable con una inflación cercana a su objetivo de 2 por ciento.

Sin embargo, se espera que Japón suba los tipos a medida que prosigue su lenta retirada de la política monetaria ultralaxa.