El gobierno de la Ciudad de México retomó el programa de retiro y sustitución de palmeras que están enfermas y representan un riesgo para la seguridad de la población, al no encontrarse un control efectivo para su recuperación.
“Nos han ganado los hongos y los microorganismos que consumen a las palmeras, científicamente no se ha encontrado de qué manera combatirlos para evitarlos”, reconoció la jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Desde el camellón de Diagonal San Antonio, en la colonia Narvarte, en la alcaldía Benito Juárez, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció que desde ahora y hasta diciembre se derribarán mil 500 palmeras en distintos puntos de la ciudad que se encuentran en declive letal.
La mandataria detalló que en la ciudad de México existen 15 mil palmeras que fueron traídas desde las Islas Canarias a principios del siglo XX, de las cuales, al menos nueve mil están infestadas por algún tipo de hongo o microorganismos que debilitan sus raíces y sus troncos, las cuales serán retiradas a lo largo del sexenio.
Brugada recordó que desde el 2011 en la Ciudad de México se empezaron a diagnosticar los síntomas de palmeras enfermas -al igual que ocurrió en otras partes del mundo, incluso, en las propias Islas Canarias, de donde son originarias-, por lo que la anterior administración retiró mil ejemplares.
Comentó que las palmeras serán sustituidas por árboles nativos, adecuados al clima de la capital del país y que no afecten el pavimento por sus raíces, como el duraznillo, el tejocote y el arrayán.