Una vez que concluyan las presiones arancelarias por parte de Estados Unidos a las importaciones, habrá un nearshoring 2.0, señaló Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA).
En conferencia para anunciar el foro Meximold 2025, el representante del organismo empresarial señaló que se prevé la llegada de inversión de países asiáticos, no para comercializar, sino para manufacturar, lo cual también representa un reto para la industria de los moldes y troqueles, que son la base de la industria.
Destacó que las ventajas arancelarias de México se van a traducir en una mejor plataforma, por lo que desde la INA se vislumbra que “para 2027 se estaría hablando de un nearshoring 2.0 para volver a generar una nueva oleada de atracción de inversión y que sea el sector automotriz el que capte mayor inversión y sobre todo por la presión que va a seguir en el cumplimiento de las reglas de origen y de cara a la revisión del T-MEC, en el cumplimiento más estrecho que habrá del contenido regional”.
“Va a ser una invitación muy abierta, muy clara y muy precisa de oportunidades de venir a manufacturar en México y seguir contribuyendo a la plataforma de exportación hacia Estados Unidos y a la integración de América del Norte”, dijo.
Recordó que en 2024 el sector fabricante de autopartes captó 2 mil 700 millones de dólares de inversión extranjera directa (IED) y este año por el cambio en la tecnología, el flujo de capital no ha parado, pues las decisiones de inversión que están llegando fueron hechas 3 o 4 años atrás.
“Lo que hemos observado es que no hay cancelaciones de proyectos de inversión, lo que ha habido es una ralentización por nuevos proyectos”, dijo.
Acotó que posiblemente habrá líneas de producción que sí tengan más sentido de estar en Estados Unidos, pero por el momento no se están desmantelando las capacidades productivas de las empresas que operan en el territorio mexicano.
Jorge Ayala, presidente de la Asociación Mexicana de Manufactura de Molde y Troqueles (AMMMT), comentó que uno de los retos de este sector es que se trata de pequeñas y medianas empresas (pymes), por lo que necesitan “tener un tamaño más agresivo, más congruente con la oferta de moldes y troqueles que hay en el mundo”.
Padilla señaló que los moldes y troqueles hacen posible la manufactura compartida con los principales socios comerciales, en particular con Estados Unidos.
Consideró que Meximold es un espacio crucial para la industria mexicana fabricante de moldes, pues ocurre en el contexto de la transición a la electromovilidad.
Apuntó que México está empezando a dar los primeros pasos con una producción de autos eléctricos que asciende a 170 mil autos eléctricos, mientras que las ventas están creciendo entre 60 y 70 por ciento con respecto a 2024.
Recordó que en Estados Unidos se vendieron 3.2 millones de vehículos eléctricos el año pasado y se estima que el valor de la electromovilidad en la Unión Americana, que es dependiente de partes y componentes, es de 130 mil millones de dólares.
“Se está hablando de que a nivel mundial en el 2030 habrá un parque vehicular de 350 millones de vehículos entre híbridos, híbridos enchufables, eléctricos. Lo que estamos viviendo hoy en día en la industria es un ecosistema donde se están combinando, intercambiando tanto la práctica y la venta como la producción de vehículos de combustión interna con los vehículos híbridos y eléctricos. Este ecosistema está cambiando la forma en que estamos produciendo vehículos”, dijo.
En el país existen cerca de 300 empresas en la industria de moldes y herramentales. Aunque históricamente México ha dependido de la importación de estas herramientas básicas para la manufactura, la tendencia se está revirtiendo.
Datos de la Asociación Internacional de Herramientas Especiales y Mecanizado (ISTMA) indican que México aún importa cerca de 90 por ciento de los moldes que utiliza, en particular de Asia. No obstante, en los últimos tres años se ha registrado un incremento sostenido en la producción nacional, impulsado por una mayor demanda de contenido local en cadenas globales de valor, el desarrollo de talento especializado y el nearshoring.