Chilpancingo, Gro. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan informó que fueron liberados los hermanos José y Claudia Molina González, quienes se encontraban desde hace seis días en el Centro del Reinserción Social (Cereso) de Chilpancingo, tras haber sido detenidos por su presunta responsabilidad en los delitos de terrorismo, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y delitos contra particulares.
En un comunicado de prensa señaló que “el trasfondo es criminalizar a la policía comunitaria, a pesar de que en Tixtla ya no existe, porque fue socavada por las autoridades y los grupos del crimen organizado”.
Recordó que “el pasado 20 del mes en curso el maestro José Molina, hermano de Gonzalo Molina, y coordinador de la casa de enlace de Tixtla de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias – Policía Comunitaria (CRAC-PC), fue arrestado en la Ciudad de México por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) cuando fue a realizar unos trámites de su centro de trabajo”.
Explicó que se trató “de la ejecución de una orden de aprehensión con la causa penal 59/2013 que fue liberada por el juzgado séptimo de distrito en Chilpancingo en contra de Gonzalo Molina, José Molina y otras personas en un contexto de crispación social, donde la policía comunitaria, que surgió en la Costa-Montaña para combatir la violencia endógena, se expandía, pero era violentamente reprimida por el Estado”.
“En agosto del 2013 – cuando era gobernador Ángel Aguirre Rivero--, la casa de justicia de la CRAC-PC de El Paraíso sufrió una embestida de las fuerzas armadas con el argumento de que tenían personas en reeducación de Olinalá y de Tixtla que no se les estaba respetando sus derechos. El Ejército, la Marina y el cuerpo de policías con tanquetas, como si fueran hacer la guerra, detuvieron a decenas de indígenas y a Gonzalo Molina, Nestora Salgado y Arturo Campos”.
Las protestas fueron inmediatas, “para exigir la libertad de los coordinadores y policías comunitarios. En Ayutla de los Libres y Tixtla se tomó el ayuntamiento, pero el gobierno federal los criminaliza, los hostiga y les armaron los delitos.
“Bajo estas órdenes de aprehensión detuvieron (hace unos días) a José Molina, lo trasladaron a Chilpancingo y a las cinco de la madrugada del jueves 21 (de agosto) fue ingresado al penal. Su hermana Claudia acudió al Cereso de la capital de la entidad para buscarlo, pero en lugar de darle respuestas, agentes ministeriales la detuvieron y la llevaron al reclusorio por los mismos delitos que su hermano”.
El abogado de Tlachinollan, Rogelio Teliz, revisó el expediente y señaló que “es preocupante la detención de José Molina y su hermana Claudia porque hay una continua criminalización y hostigamiento al sistema de justicia comunitaria”.
Se vuelven a realizar, refirió, “estos hostigamientos contra la CRAC-PC en un escenario donde las comunidades indígenas y afromexicanas están exigiendo que se les reconozca su libre determinación y autonomía”.
Éstas, refiere Tlachinollan, no son detenciones fortuitas y aisladas “al contrario, hay una intención de aplastar las luchas de los pueblos indígenas y afromexicanos; pareciera que en el plano real hay un retroceso, criminalizando a la policía comunitaria y dejando en el olvido a las comunidades indígenas.
“José y Claudia Molina exigen a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, a la Fiscalía de Guerrero, a la presidenta Claudia Sheinbaum y la FGR que dejen de criminalizar a la CRAC”, concluyó.