Un juez federal desestimó este martes una demanda inusual que el gobierno de Donald Trump presentó contra todos los jueces federales de Maryland por una orden que ralentiza los esfuerzos de deportación rápida.
El fallo del juez federal de distrito Thomas Cullen, designado por Trump en Roanoke, Virginia, y contratado para supervisar el caso en Baltimore, marcó un revés para la batalla de la administración Trump contra las órdenes judiciales que obstaculizan la agenda del presidente.
Cullen declaró que los jueces de Maryland son "inmunes a cualquier demanda" y que la administración Trump "no identifica una causa de acción legítima que le permita presentar esta demanda".
Cullen, a quien Trump nombró en 2020, también escribió que era desafortunado que los funcionarios de la administración Trump hayan usado palabras como "deshonesto", "desquiciado" y "radical" para describir a los jueces federales de todo el país.
"Si bien cierta tensión entre los poderes coordinados del gobierno es un sello distintivo de nuestro sistema constitucional, este esfuerzo concertado del Ejecutivo para difamar e impugnar a jueces individuales que fallan en su contra es inédito y desafortunado", escribió Cullen.