Muchas de las trabajadoras del hogar poco a poco se van convirtiendo en personal que brinda cuidados a infantes y a personas adultas mayores y con discapacidad, y lo hacen sin contar con la capacitación necesaria para desempeñar esas labores ni con un pago justo por esas tareas adicionales a lo acordado originalmente, plantea el análisis Trabajo del hogar y trabajo de cuidados: una distinción necesaria para avanzar en derechos, elaborado por el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir.
Generalmente las personas empleadoras las contratan de palabra y para hacer cierto tipo de actividades, pero conforme empiezan el empleo van agregando tareas no pactadas, sin que exista consulta o diálogo explícito con ellas que permita redefinir los términos de lo acordado.
Esta práctica laboral es favorecida porque la mayoría no cuenta con un contrato firmado entre las partes, donde se estipulen las actividades que realizarán.
Así, se van agregando de manera paulatina obligaciones, sin que ellas tengan la posibilidad de valorar las implicaciones de llevarlas a cabo ni decidir no hacerlas, y sin que medie un diálogo sobre las repercusiones que esos cambios puedan generar.
El documento expone que la mayoría de las trabajadoras del hogar comienzan como tales, aún siendo niñas, incluso entre los 6 y los 15 años, impulsadas por sus familiares para contribuir a la economía de los hogares.
Sin capacitación
En general ninguna de las empleadas recibe algún tipo de capacitación formal para desarrollar cuidados ni cuenta con experiencia previa en ellos; no obstante, se les encargan esas labores bajo la idea de que las mujeres son cuidadoras por naturaleza.
“El cuidado de bebés o personas adultas mayores implica aspectos sumamente delicados y riesgosos, manejar el cuerpo para bañar, mover o cambiar el pañal, hacer curaciones de heridas graves, atender emocionalmente a personas adultas mayores, algunas con demencia”, detalla.
Aunque ellas carezcan de la formación técnica, conocimiento y experiencia que permitan realizar las tareas de manera adecuada, muchas empleadoras les exigen que el trabajo lo cumplan con calidad y eficiencia.