Las autoridades de Nicaragua concedieron este miércoles asilo político a Carlos Ramón González, quien fuera director del departamento Administrativo de la Presidencia colombiana con Gustavo Petro, y rechazó la solicitud de extradición presentada por Bogotá por su implicación en un grave escándalo de corrupción.
"Según el solicitante del asilo, lo hizo por su trayectoria política como líder de izquierda y revolucionaria, su papel en la conformación del actual gobierno; su cercanía con el actual presidente Gustavo Petro, quien fue su compañero en la guerrilla del M-19, ha sido objeto de una persecución política, judicial y mediática, impulsada por la extrema derecha colombiana", dice un documento de la Cancillería nicaragüense.
Managua asegura que González alegó ser víctima de "una campaña sistemática de desprestigio en medios de comunicación” y “amenazas directas contra su vida y la de su familia”, al tiempo que aseguró que los procesos judiciales en su contra carecen de "pruebas reales" y de "sustento jurídico".
El ex alto cargo colombiano ha considerado así que "la inminente imposición de medida de aseguramiento con privación de la libertad en instituciones carcelarias colombianas, pone en riesgo su vida, la libertad y su integridad personal".
El ministro del Interior de Colombia, Armando Benedetti, rechazó la medida de Managua y la calificó de gesto "inamistoso". "Si el presidente (Petro) pide la extradición a alguien, a cualquier país, en el cual existen tratados y ese país no corresponde a ese pedido de extradición, es algo inamistoso, agresivo que no debe pasar. Habrá que revisar", señaló.
Sobre Carlos Ramón González pesa una imputación de la Fiscalía de Colombia por delitos de cohecho por "dar u ofrecer lavado de activos por apropiación en favor de terceros" en el escándalo de corrupción que afecta a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.