Washington. La Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) despidió al menos a dos altos funcionarios, incluido un ex director interino que resistió las demandas de la administración Trump de entregar los nombres de los agentes que participaron en las investigaciones sobre el asalto al Capitolio y al jefe de la oficina de campo de Washington, según personas familiarizadas con el asunto y comunicaciones internas vistas por Associated Press.
Brian Driscoll, que se desempeñó como jefe interino de la oficina durante las primeras semanas del segundo mandato de Trump antes de la confirmación de Kash Patel, fue despedido por altos líderes esta semana y terminará su último día el viernes, aseguraron dos personas familiarizadas con su partida.
Durante su breve permanencia en la cima, Driscoll se había ganado el respeto de gran parte de la base del FBI después de que se enfrentó a las demandas del entonces asistente del Fiscal General, Emil Bove, para identificar a los involucrados en la investigación del ataque al Capitolio de los Estados Unidos, que los agentes temían era un precursor de una purga generalizada, comunicó el diario Washington Post.
Otra destitución de alto perfil es la de Steven Jensen, quien durante meses había liderado la oficina de Washington, una de las más grandes y ocupadas del buró. Confirmó en un mensaje a sus colegas este jueves que le habían dicho que sería despedido a partir del viernes.
“Tengo la intención de enfrentar este desafío como cualquier otro que he enfrentado en esta organización, con profesionalismo, integridad y dignidad”, escribió Jensen en un correo electrónico.
La noticia sobre Driscoll y Jensen llega en medio de una purga de personal mucho más amplia que se ha desarrollado en los últimos meses bajo el liderazgo del actual director del FBI, Kash Patel, y el subdirector Dan Bongino.
Numerosos altos funcionarios, incluidos agentes principales a cargo de oficinas de campo en grandes ciudades, fueron expulsados de sus trabajos, y algunos agentes sometidos a exámenes de polígrafo, movimientos que ex funcionarios aseguran han agitado a la fuerza laboral y contribuido a la angustia.