Johannesburgo. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, criticó el lunes los aranceles de Estados Unidos, “muy punitivos”, y dijo que su país haría lo máximo para limitar su impacto, a pocos días de la aplicación de estas tasas aduaneras de 30 por ciento.
Pretoria lleva meses siendo objeto de ataques por parte de la administración del presidente estadunidense Donald Trump, que le reprocha la supuesta persecución de granjeros blancos, así como su denuncia por genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia.
“Sudáfrica se enfrenta de forma inminente a los aranceles punitivos y perjudiciales anunciados por Estados Unidos”, declaró el jefe de Estado ante la prensa, instando al gobierno a “actuar con urgencia y determinación para limitar el impacto de estos aranceles muy punitivos”.
Aunque continúan las “conversaciones” con Estados Unidos para “normalizar las relaciones comerciales”, Ramaphosa pidió una “diversificación de los mercados de exportación”, al término de una reunión de su partido político.
Estados Unidos es el segundo socio comercial de Sudáfrica.
El gobernador del banco central advirtió que el aumento de los aranceles estadunidenses podría suponer la pérdida de 100 mil puestos de trabajo, en un país ya lastrado por una tasa de desempleo de 33 por ciento.
El Ministerio de Comercio e Industria mencionó el lunes la cifra de 30 mil empleos amenazados.
El impacto en el crecimiento podría ser de 0.2 por ciento, según estimó el lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Ronald Lamola. El producto interno bruto sólo creció 0.1 por ciento en el primer trimestre.
Según el gobierno sudafricano, estos nuevos aranceles entrarán en vigor el viernes.