SI ES CIERTO que el fenómeno de la gentrificación existe como otro de los grandes problemas de la desigualdad, es necesario reconocer que junto con éste crece con rapidez no vista el gran negocio de las empresas inmobiliarias, que imponen el precio de la tierra en esta ciudad.
SON MUCHOS LOS factores que intervienen en el costo de una casa o un departamento, precios que hoy día poco tienen que ver con los salarios medios que se pagan aquí, pero que convirtieron al mercado de los bienes raíces en un infierno.
LA LEY DE la oferta y la demanda, el mercado loco de la tierra, no tiene ningún tope, nada lo para. En menos de 10 años el valor de un departamento en algunas alcaldías se incrementó cien por ciento y más, porque depende de una serie de factores que lo desquician.
COSA DE ECHARLE un ojo a los avisos que ofrecen casas y departamentos para darnos cuenta de la locura del mercado. La disparidad en los precios da cuenta de ello. De acuerdo con las empresas dedicadas a la venta y renta de espacios de vivienda en esta capital, aquí se observan algunos de los costos más altos de la República. Alcaldías como Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc tienen los precios más altos.
LAS CIFRAS QUE dan a conocer las empresas a la opinión pública nada tienen que ver con las que tratan con sus clientes. El costo del metro cuadrado que manejan en sus declaraciones es de 62 mil 500 pesos en Miguel Hidalgo y de 58 mil 500 en Cuauhtémoc –los más altos de la ciudad–, pero en la realidad, en ninguna de las dos alcaldías el precio baja de 90 y hasta de 100 mil pesos.
EN OTRAS ALCALDÍAS, como en Milpa Alta, el valor del metro cuadrado que se confiesa es de 18 mil 500 pesos, y en Iztapalapa, de 18 mil 700, aunque es imposible conseguir un departamento de 60 metros cuyo costo sea menor a 2 o 3 millones de pesos. Estos datos ofrecen una idea de hasta qué punto va el caos inmobiliario.
LAS EMPRESAS HAN logrado sumar a sus costos un valor agregado que las encarece. Un piso más arriba o una terraza espaciosa hacen una gran diferencia, y qué decir de los lugares de estacionamiento. Un conjunto habitacional con uno o dos cajones por vivienda para vehículos, también marca diferencias.
ES CASI IMPOSIBLE controlar el mercado de la vivienda en esta ciudad y otras capitales del mundo. Por lo pronto, habría que decir que casi no existe oferta de vivienda popular en la ciudad y que se requiere de la construcción de casi medio millón de espacios anualmente no sólo para equilibrar la demanda, sino también para frenar los precios en caso de que el mercado siga los dictados de la oferta y la demanda.
ESTE PARECE EL momento adecuado para hacer algo para instaurar medidas que impulsen la construcción, que además es una rama industrial que consume mucha mano de obra, porque no hay muchas salidas, y para ello, para empezar hay que cortarle las uñas a los alcaldes y sus funcionarios metidos en la corrupción que exigen dinero para otorgar los permisos que podrían reactivar el mercado de la construcción, que por otro lado está frenado. Aguas.
De pasadita
Y YA QUE andamos en el asunto de las inmobiliarias, bien se hace en revivir, aunque nadie lo haya olvidado, el asunto de la corrupción panista en la construcción de viviendas.
EL PANISMO, O la derecha en general, tiene muchas deudas con esta ciudad. La permanencia de los azules en alcaldías como Miguel Hidalgo o Benito Juárez ha pervertido el hecho de gobierno y es muy probable que el horizonte ya no se pinte de azul para el futuro inmediato.