Naucalpan, Méx. Familia de artesanos en gastronomía gourmet promueven el consumo del xoconoxtle y desde Naucalpan crean un área de oportunidad para aprovechar el fruto ácido del nopal, endémico de México, en salsas, mermeladas y dulces a base del producto cultivado en municipios mexiquenses como Otumba, San Martín de las Pirámides, Temascalapa y Nopaltepec, del Estado de México.
“En agosto de este año cumplimos nueve años promoviendo el consumo del Xochonoxtle, y la idea nació a partir de la elaboración de salsas a base de este fruto”, expuso Elizabeth Liceaga Carrillo, quien junto con su esposo José Juan González Téllez, han creado el negocio artesanal Xoconotl, que rescata los sabores de un producto cultivado en las nopaleras de la región del valle de Teotihuacán.
Elizabeth y José Juan, residentes del fraccionamiento habitacional Las Américas, Naucalpan, son creadores de la propuesta gastronómica mexicana, echan mano del fruto ácido del nopal y crean productos saludables para acompañar una carne asada o algún otro platillo.
El xoconoxtle es un alimento con muchas cualidades nutritivas que aprovecha la familia en su pequeño negocio de razón social “Xoconotl”. En forma de salsas, dulces y deshidratados, estos últimos, como dulces con chile, salados y azucarados, incluso, éstos últimos fungen como el sustituto ideal del acitrón.
Xoconotl cuenta con la certificación del Instituto de Fomento a las Artesanías del Estado de México (Ifaem), y sus productos se oferta en el Museo del Tequila y el Mezcal de Plaza Garibaldi, Ciudad de México; en la casa del pueblo de Los Pinos, en tienda de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ciudad Universitaria y en la Casa de las Artesanías del Estado de México (Casart).
La lucha es diaria y constante por colocar los productos en el mercado. Son cuatro tipos de salsas que se elaboran sin aceite algunas con chile habanero, chile de árbol con gusano de maguey, chinicuil; con ajo y también elaboradas a base de aceite.
“Es un trabajo que en 90 por ciento se elabora a mano, desde pelar la tuna a mano; la tecnología es la licuadora y la estufa, pero es lo único, porque en la etapa de la desinfección y esterilización de los frascos, el etiquetado y el envasado, también es a mano”, comenta Elizabeth.
Daniela González Liceaga, hija de Elizabeth y José Juan, también se suma a la elaboración del producto que la familia impulsa para colocarlo en distintos puntos de venta, en una ardua labor que cada día realizan manos de artesanos mexiquenses, en sus hogares, talleres, y que van en busca de espacios para mantener una vida de cultura y tradiciones.
Datos oficiales establecen que el Estado de México ocupa el primer lugar nacional en población de artesanos que superan los 739 mil personas, cuya herramienta principal de labor son las manos, con bajo uso de tecnologías, creadores de textiles, cerámicas, alfarerías, esculturas y enseres a base de barro, piedra tallada, de una diversidad de productos.
En este caso, la familia González Liceaga ha encontrado en el fruto de la tuna, el Xoconotle un nicho de oportunidad para obtener ingresos económicos, pero también por empoderar un producto poco consumido en el país, que cuenta con varias virtudes alimenticias, nutritivas.
En datos oficiales, el Estado de México aporta al mercado nacional 37.3 por ciento de la producción del nopal tunero, destacando la producción de tunas blancas, rojas y xoconoxtle. Siete municipios del Valle de Teotihuacan son los principales productores: San Martín de las Pirámides, Axapusco, Otumba, Nopaltepec, Teotihuacán y Temascalapa.