Chilpancingo, Gro. Unas 230 personas, entre jóvenes, mujeres y adultos mayores, acuden al Centro de Educación, Arte y Cultura Paulo Freire, el cual funciona como un proyecto de autogestión comunitaria para la alfabetización escolar de personas mayores de 15 años de edad que por diversas causas no cursaron sus estudios primaria y secundaria.
Desde hace más de ocho años, David Téliz Martínez, técnico docente del Instituto Estatal para la Educación de Jóvenes y Adultos de Guerrero (IEEJAG), junto con otros maestros egresados, principalmente de la Universidad Autónoma de Guerrero y de otras instituciones, fundaron el Centro Paulo Freire, que es apoyado además por un equipo de asesores educativos.
Actualmente de no contar con el apoyo de las autoridades educativas, por las tardes Téliz Martínez y 13 asesores educativos se dedican a impartir clases en un local que antes fue un centro de salud en la colonia Bella Vista, y que ahora es un proyecto de autogestión comunitaria que se dedica a enseñar.
El Centro Paulo Freire, ahora habilitado con pizarrones, escritorios y butacas, imparte todos los días clases a 230 personas que no concluyeron sus estudios en el sistema educativo formal escolarizado en las escuelas públicas.
Durante dos administraciones municipales (2017-2018) y (2018-2021), se negaron el pago de la renta del inmueble que estaba ubicado en la plaza comunitaria Ignacio Manuel Altamirano, en el centro de la capital, que fundó también Téliz Martínez hace 16 años.
Téliz Martínez lamentó que no se reciba apoyo del IEEJAG para la compra de material y equipo, “sólo cubre un subsidio para los asesores educativos con un monto que va desde los 100 pesos a los 4 mil pesos mensuales para los 13 asesores, aunque el pago depende del número de alumnos que cada maestro tenga en su salón de clases. Por el momento, ninguno de los 13 asesores ha cobrado los cuatro mil pesos; es la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) quien cubre el pago de internet cada mes”.
Desde su fundación hace ocho años, el Centro Paulo Freire impulsa su modelo educativo comunitario con las aportaciones voluntarias de vecinos que aportaron tablas de madera, sillas, material de papelería y donaron libros, acuden vecinos de al menos 10 colonias como la del PRD, Plan de Ayala, CNOP y hasta de la colonia Centro, además se presentó al ayuntamiento capitalino un proyecto para que se construya un edificio propio en el centro de la ciudad.