Como acto mágico, generadores de música con inteligencia artificial (IA) ofrecen en la red que cualquiera pueda hacer canciones en segundos. MusicGen, de Meta, uno de los muchos que existen, utiliza un modelo de lenguaje para crear música a partir de indicaciones, según prometen en su sitio. Los tracks hechos y subidos con esa tecnología están invadiendo la industria.
Deezer, plataforma global de música por streaming con sede en París, afirma que la música generada por IA es ya un problema, al menos esta firma recibe más de 20 mil canciones generadas íntegramente por ésta, a diario, lo que representa más de 18 por ciento de todo el contenido subido.
Hace dos años, Luminate hizo un análisis (sin seguimiento actual) que registró un volumen diario de que alcanza las 120 mil subidas de canciones de todos los géneros, desde ruido hasta temas pop en todas las plataformas.
En enero, la empresa lanzó su propia herramienta de detección de música con IA, con el compromiso de proteger los derechos de los artistas y compositores, según la firma, que manifestó lidiar con un aumento de música en su plataforma creada utilizando herramientas de inteligencia artificial que está siendo utilizada para obtener regalías de manera fraudulenta.
Aurélien Herault, vicepresidente de tecnología e innovación, compartió en entrevista con La Jornada que el instrumento puede detectar música 100 por ciento creada por inteligencia artificial por las herramientas de generación de música más comunes. No deseamos que la IA sea una barrera para la creatividad. Al contrario, la historia demuestra que siempre ha desempeñado un papel importante en la creación musical. Pero hoy, creemos que hay usos abusivos de la IA y por eso centramos nuestros esfuerzos en detenerlos; saturan artificialmente nuestros catálogos con la intención de manipular las reproducciones y obtener ganancias de forma injusta, con fraude.
El vocero de la plataforma admite que, si bien la mayoría de las canciones hechas con IA no se viralizan, se descubrió que alrededor de 70 por ciento de sus reproducciones son falsas, a menudo subidas para explotar los sistemas de regalías.
El viernes pasado, Deezer anunció que etiquetará las pistas, que ya no aparecerán en listas de reproducción editoriales ni en recomendaciones basadas en algoritmos. Y lo más importante: las transmisiones fraudulentas se están filtrando de los pagos de regalías. En lugar de eliminar los tracks, los etiqueta claramente y los excluye de sus recomendaciones.
Protección de derechos e ingresos
La música generada por IA todavía es una minoría de las miles de piezas que se suben a cada día, aseguran, pero al ritmo de crecimiento actual, pronto podría ser la gran mayoría y el contenido generado por la tecnología continuaría inundando las plataformas de streaming como Deezer. No vemos señales de desaceleración, dijo Herault, quien aseguró en el lanzamiento de la herramienta, que el desarrollo de la IA generativa se debe abordar con responsabilidad y cuidado para proteger los derechos y los ingresos de los artistas y compositores, a la vez que mantenemos la transparencia para los seguidores.
Hay que mencionar que esta plataforma (con unos 16 millones de suscriptores en el mundo, relativamente pequeña en comparación a la sueca Spotify, que cuenta con unos 260, pero la cual no ha seguido el mismo camino de desmonetizar el contenido generado por IA) es la única que ha firmado la Declaración Global sobre Entrenamiento con IA, que signaron más de 50 mil autores y sociedades de artistas en el mundo, ante este fenómeno.
–Hay músicos que invierten años en producir sus discos. Hoy día, algunos desarrolladores prometen que cualquiera puede producir una canción en segundos –se le comenta a Herault, quien se unió a Deezer como ingeniero de software cuando la empresa se lanzó en 2007.
–Hemos desarrollado una plataforma basada en el respeto a los derechos de autor. Pero la tecnología y sus usos siempre generarán preguntas; el streaming en sí mismo fue controvertido en sus inicios, al igual que las descargas antes. Pero hemos tomado una decisión clara: construir una plataforma que respete y defienda los valores de los creadores, a la vez que garantiza la máxima transparencia para nuestros usuarios y para la industria en su conjunto.
–Los artistas afirman que el uso sin licencia de obras creativas para entrenar IA generativa constituye una amenaza grave e injusta para su futuro. ¿Qué ofrece su firma al respecto?
Promover la transparencia
–Es importante recordar que una plataforma de streaming de música aloja un catálogo de contenido propiedad de los titulares de derechos y creadores. No somos propietarios de estas obras y dependemos de lo que recibimos. Dicho esto, estamos desarrollando todas las herramientas viables para detectar posibles infracciones de derechos de autor. En última instancia, este problema recae en la responsabilidad general de los titulares de derechos.
–Deezer es la única que ha firmado un compromiso internacional sobre el entrenamiento con IA. ¿Por qué hay reticencia por parte de los desarrolladores?
–Esta tecnología es potente, y apenas estamos en las primeras etapas de su desarrollo, lo que podría dificultar que algunas empresas definan su postura. En cuanto a nosotros, fomentamos un debate abierto; compartir datos y promover la transparencia, que no son obstáculos para el avance.
–¿Cree que es viable que los gobiernos flexibilicen las leyes de derechos de autor y se comuniquen con la industria para facilitar el desarrollo de la IA?
–Si bien no nos corresponde comentar sobre las políticas gubernamentales, somos claros en nuestro enfoque hacia el entrenamiento con IA con material protegido por derechos de autor, expresado en la declaración de capacitación en IA que firmamos el año pasado y dicta: El uso sin licencia de obras creativas para la capacitación en IA generativa constituye una amenaza grave e injusta para el sustento de quienes están detrás de esas obras y no debe permitirse.
–¿Cuál es el mayor desafío para las plataformas si el contenido generado por IA continúa inundándolas?
–Fuimos los primeros en alzar la voz sobre este tema y seguiremos haciéndolo, ya que estamos apenas al comienzo de este fenómeno. Creemos que es esencial comprender esta nueva tendencia y observar cómo se utiliza, tanto por quienes la consumen como por quienes la producen. Nuestro principal desafío es seguir adaptándonos y seguir construyendo la mejor experiencia posible tanto para creadores como para seguidores. Y creemos que lo estamos haciendo bastante bien hasta ahora.
–La música es un bien intangible y un gran negocio. ¿Qué significa para Deezer que se suplante un tesoro por algo falso?
–La música siempre ha tenido dos caras: por un lado, una forma de riqueza cultural y un medio de expresión; por otro, un mercado y un producto de consumo. En la sociedad actual, generalmente distinguimos entre la inspiración genuina y la falsificación. Nos esforzamos por valorar la creatividad y a sus creadores, porque más allá de la obra en sí, es un poderoso vehículo para transmitir emociones.
La equidad y la transparencia son fundamentales para nuestra empresa, y queremos asegurarnos de que los artistas que crean música que la gente ama reciban una remuneración justa. Por eso, hemos invertido mucho tiempo y recursos en la prevención del fraude, en un sistema de remuneración actualizado para los artistas y en nuestra herramienta de detección de IA.
–¿Qué futuro espera a la industria musical si no se protegen los derechos de autor?
–Es difícil predecir el futuro, pero algo parece bastante seguro: nos encontramos en un punto de inflexión, no sólo en la evolución de los modelos de negocio de las plataformas, sino también en el sector cultural en su conjunto. Además, las soluciones no pueden ser puramente tecnológicas; también deben ser humanas, éticas y colectivas.