Chilpancingo, Gro. Estudiantes, y maestros de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) se pronunciaron en solidaridad con el pueblo palestino, y exhortaron a los guerrerenses “a la realización de actividades académicas, educativas, culturales, artísticas, populares, obreras, en solidaridad con el pueblo Palestino, con el fin de romper el silencio que revela complicidad e indiferencia ante el genocidio”.

También se convocó “a la formación de un comité de solidaridad por Palestina, con el fin de coordinar las acciones correspondientes para que Israel pare el genocidio en contra del pueblo palestino”.

El evento, denominado Conversatorio: “Palestina es nuestra humanidad, alto al genocidio sionista imperialista” fue organizado por el Cuerpo Académico Consolidado (CAC 100) “Problema Sociales, Humanos y de la Naturaleza”, de la Universidad Autónoma de Guerrero.

La charla se llevó a cabo en el auditorio de la maestría en derecho de la UAG, encabezado por el ex rector de la institución, José Enrique González Ruiz, y el estudioso marxista Camilo Valqui Cachi.

Previo a su inauguración se izó la bandera de Palestina en el pasillo del plantel, junto al monumento a “la diosa de la Justicia”.

Uno de los participantes, Miguel Ángel Barragán Torres, representante de la embajada de Palestina en México, manifestó que la situación que se vive en ese país se puede presentar en cualquier parte del mundo.

Algunos de los asistentes coincidieron con ese planteamiento y mencionaron que incluso en muchas partes del país, y del estado de Guerrero, también hay desplazados, y crímenes debido a la violencia que se vive.

Al concluir, se dio lectura a un pronunciamiento, en donde de inicio se condenó el genocidio del pueblo Palestinos “así como los crímenes de guerra, y lesa humanidad que violan todos los derechos por parte del Estado Sionista de Israel, con el apoyo fascista del imperialismo de los Estados Unidos, y sus países satélites”.

Se demandó “la ruptura del bloqueo ilegal por parte del Estado de Israel a las fronteras palestinas, permitiendo el ingreso de ayuda y asistencia alimentaria a la población de Gaza, sometida a la hambruna permanente lo que cuesta minuto a minuto, la vida de infantes y población en general, sumándonos a las acciones globales”.

Finalmente, se exigió “el alto a la guerra contra el pueblo Palestino, demandar la paz; el respeto a su territorio y a la vida y clamar por la detención y castigo de los responsables del genocidio”.