Durango, Dgo. Durango enfrenta actualmente 12 incendios forestales activos, de los cuales siete están fuera de control, según datos de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (SRNyMA). Los cinco restantes están siendo atendidos por brigadas de distintas corporaciones.
Uno de los más graves se localiza en el municipio de Tepehuanes, donde ya se han consumido más de mil 600 hectáreas desde el 20 de mayo.
Este siniestro, que hace cuatro días presentaba un 60 por ciento de control, retrocedió debido a fuertes vientos y ahora solo está controlado en un 40 por ciento.
Un total de 140 brigadistas trabajan en la zona para evitar que el fuego alcance comunidades o rancherías cercanas.
En lo que va de 2025, se han registrado 296 incendios forestales en el estado, con una afectación estimada de 61 mil 188 hectáreas, cifra que no incluye los incendios aún activos.
La sequía ha sido un factor determinante. En la sierra de Durango no se registran lluvias intensas desde el 6 de septiembre de 2024. Aunque en enero cayeron algunas nevadas, estas no fueron significativas, por lo que tanto el suelo como el subsuelo permanecen extremadamente secos.
A esto se le incluyen temperaturas que llegan a registrarse y que han llegado a los 43 grados centígrados en algunas partes de la entidad.
Claudia Hernández Espino, titular de la SRNyMA, informó que tres de los incendios fuera de control se ubican en el municipio de Tamazula.
Las brigadas aún no han podido acceder a ellos debido a lo accidentado del terreno, aunque ya se ha desplegado personal para tratar de ingresar y comenzar labores de contención.
Uno de estos siniestros fue descrito por la funcionaria como “muy grande”, con base en un reciente sobrevuelo realizado en la zona.
En los trabajos de combate participan brigadas de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) con sus destacamentos CNF-Halcón, CNF-Las Escobas, CNF-Bagres y CNF-Otáez; así como elementos de la SRNyMA, los grupos Salpica el Agua, El Tarahumar y Bonos El Tarahumar, además de propietarios y poseedores de tierras.
También se han sumado voluntarios, elementos de seguridad pública estatal y municipal, y cuerpos de Protección Civil, dada la magnitud de los incendios forestales que amenazan diversas zonas del estado.