Ciudad de México. Cruz Azul dejó atrás ese viejo estigma de quedarse a la orilla en momentos importantes: finales, partidos con rivales acérrimos, series a ida y vuelta. De la misma forma en que lo hizo en la Copa de Campeones de Concacaf, donde pelea por el título, La Máquina mostró que en la Liga también puede construir una cultura ganadora. Avanzó a la semifinal contra el América al imponerse al León (2-1, 5-3 global) en el estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.
La victoria celeste hizo cumbre, produjo que cientos de aficionados aparecieran a lo lejos por la ventana del transporte que los llevó cantando por las calles. “Porque aquí están/ los que cantan con pasión/ los que ponen corazón/ nunca te abandonarán”, exclamaron sobre cristales que parecieron venirse encima. Ese ambiente tuvo su caos y su belleza, también su rebelión. El gol del capitán Ignacio Rivero corrigió lo que en más de 30 minutos se hizo mal ante el León, un rival crecido, impetuoso, que dominó el primer tiempo hasta el remate a portería del uruguayo (33).
Rivero sólo tuvo que empujar la pelota que Ángel Sepúlveda le bajó de cabeza. El manual sobre cómo mantener la calma en medio de la tormenta dio a la Fiera la oportunidad de acercarse, todo a partir de la lesión tempranera de Andrés Montaño, quien dejó a La Máquina con un hueco difícil de remplazar en el medio campo. El empate del venezolano Jhonder Cádiz, habilitado en un contragolpe por un despeje de más de 50 metros del arquero Alfonso Blanco (39), acabó con la promesa de un final anticipado.
Como toda eliminatoria, el local y favorito pasó momentos de angustia. El arquero Kevin Mier apareció cuando lo exigieron, o cuando sus defensas se equivocaron, y el joven Amaury Morales corrió tanto que, en una escapada por la banda derecha, envió un centro raso al área chica y provocó el autogol de Rodrigo Echeverría (66), suficiente para sentenciar el pase a las semifinales contra el América.
En 15 meses, La Máquina y el actual tricampeón se han enfrentado en nueve ocasiones, seis de ellas en fases de eliminación. Los celestes ganaron dos, perdieron tres y empataron cuatro, un auténtico clásico de episodios memorables. Aunque en Concacaf dejó fuera a las Águilas de la definición por el título, la cuenta pendiente de este plantel que hoy dirige Vicente Sánchez sigue siendo la Liga.
El León, entretanto, quedó fuera de todo lo que imaginó. Fijó desde hace unos días una postura antisistema, al estar enfrentado a la Federación Mexicana de Futbol, la Liga y a la propia FIFA, porque, en la disputa legal por el Mundial de Clubes, la resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, por sus siglas en inglés) -por incumplir las reglas relativas a la multipropiedad de equipos- hizo trizas las bases de su proyecto.
La directiva esmeralda pagó cerca de 10 millones de dólares por la contratación de James Rodríguez, capitán de Colombia en la Copa América 2024, con la promesa de asistir al torneo en Estados Unidos. Otros cinco extranjeros se sumaron desde el año pasado como refuerzos: Stiven Mendoza, Emiliano Rigoni, Rodrigo Echeverría, Nicolás Fonseca y Jhonder Cádiz, estos tres últimos por una cifra parecida a la que recibió el ex atacante del Real Madrid.
Convencido por el presidente Jesús Martínez Murguía, el experimentado Andrés Guardado, quien había anunciado su retiro en noviembre, regresó también para poner fin a su carrera precisamente en el Mundialito. Todo acabó en cuestión de días. Al veredicto que el martes emitió el TAS en su contra, los Panzas Verdes sumaron ayer un segundo golpe a la inversión de más de 20 millones de dólares, despidiéndose del único certamen en el que podían obtener algún éxito deportivo
Sin Mundial de Clubes ni liguilla, Guardado se retira del futbol
Andrés Guardado, mediocampista del León y cinco veces mundialista con la selección mexicana, anunció su retiro profesional al confirmarse la eliminación ante Cruz Azul en los cuartos de final de la Liga.
El Principito, quien jugó 60 minutos esta noche en el estadio Olímpico Universitario, había cerrado su ciclo como profesional el año pasado, pero la ilusión de disputar el Mundial de Clubes determinó su regreso. Sin opción de competir, dejó definitivamente las canchas.
El técnico argentino Eduardo Berizzo destacó el compromiso con que Guardado se condujo dentro del plantel. "Fue un privilegio haber sido su entrenador", dijo. También resumió su eliminación a partir de la contundencia que mostró Cruz Azul en el área.
"Marcó todo lo que tuvo. En el trámite equiparnos el juego, pero la contundencia en las áreas determina el resultado Después del inicio del torneo, perdimos el tren de la punta, sucedió lo del Mundial de Clubes y contaminó un poco el ánimo del equipo. No pudimos recuperar la contundencia, se nos extravió".
En Cruz Azul los ánimos llegaron al cielo. Desde la llegada de Vicente Sanchez al frente de la dirección técnica, el equipo acumula 18 partidos sin derrota. El uruguayo resaltó que el número de triunfos sea mayor incluso al tener en el calendario doble competencia, en referencia a la final de la Copa de Campeones de Concacaf.
"Pasar de fase ganando los dos partidos, de visitante y local, es lo que busca un club como este", afirmó en conferencia de prensa. "Lo que pasó antes no se puede cambiar. Somos el único club que está peleando en las dos competencias. Los resultados y los números están ahí en la mesa".