Sólo habrá una excepción para el ciudadano Andrés Manuel Lopez Obrador. La única persona que recibirá en medio de su retiro en Palenque, Chiapas, será a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

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En la mañanera de este lunes, luego que los primeros resultados arrojan que la virtual triunfadora de la elección es la abanderada de la coalición Sigamos Haciendo Historia, el mandatario reiteró que al entregar la banda presidencial, el 1 de octubre, se jubilará y no aparecerá en actos políticos ni recibirá a nadie, salvo una excepción.

—¿Recibiría a Claudia Sheinbaum? —se le preguntó.

—Si ella me busca sí, porque va a ser mi presidenta. Pero yo voy a procurar no molestarla —respondió el jefe del Ejecutivo.

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Enfatizó que no podría hacer excepciones de recibir a unos sí y a otros no, y sólo se reunirá con su familia, en especial sus hijos; pero la única persona ajena al núcleo familiar será su sucesora.

Durante la conferencia se le interrogó qué extrañaría en medio del retiro, y que sino añoraría el poder, ante lo que respondió que extrañará el cariño de la gente.

Y si bien, agregó, hay muchas personas que no coinciden con él, están molestas y hasta lo insultan, “he logrado con el tiempo ir superando todo eso, porque también he llegado a la convicción que cuando se transforma y se lucha por un ideal, se debe estar dispuesto a pagar cuotas de humillación”.

Pero también hay muchos más que “me quieren mucho y yo también los quiero mucho, y nos abrazamos y nos vamos a seguir abrazando, aunque no nos sigamos viendo”.

Sobre si tendrá añoranza sobre el poder, respondió: “El poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás y consideró que ya cumplí con eso. El poder no es la parafernalia que lo rodea, no son las oficinas, no es el privilegio, entre comillas, de mandar. Porque el poder es mandar obedeciendo. Yo ya me siento muy satisfecho, no voy a extrañar nada de eso porque nunca he visto el poder como un privilegio”.