Una tecnología descubierta hace 20 años resurgió en el Mundial de Qatar como protagonista de una novedosa herramienta para evitar polémicas arbitrales. La ultrabanda UWB (por sus siglas en inglés) y el sensor IMU (unidad de medición inercial) son los elementos básicos del llamado balón Al Rihla, el cual utilizó un chip para detectar movimientos y señalar su posición en la cancha.
El Bluetooth surgió hace un par de décadas como la herramienta predilecta en conectividad, dejando de lado a la UWB. Sin embargo, las empresas de tecnología comenzaron recientemente a potencializar los beneficios de la ultra banda para la interconexión de dispositivos.
Así, la empresa alemana de tecnología Kinexon recurrió al UWB para implementarlo en el balón con chip utilizado en el Mundial 2022, pues su conexión de corto alcance proporciona mejor espectro de radio para detectar su posición.
El microchip pesa 14 gramos y, al requerir energía eléctrica, el balón debe cargarse como cualquier dispositivo con una conexión USB.
La ultrabanda permite conocer la ubicación exacta del esférico durante el partido, lo cual ayuda al árbitro asistente de video (VAR, por sus siglas en inglés) para señalar si existe un fuera de lugar, si ha entrado a la línea de meta o si ha salido de los límites de la cancha.
Velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales
El otro sensor que usa el Al Rihla es el IMU, el cual permite conocer la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales que afectan al esférico.
El antecesor de este balón es el Tesla 18, utilizado en Rusia 2018; tenía un chip con conectividad comunicación de campo cercano (NFC, por sus siglas en inglés) lo que permitía enviar información a través de una aplicación a un teléfono inteligente. No obstante, no poseía una tecnología tan desarrollada como el Al Rihla para ser una herramienta importante del arbitraje.
La implementación del balón con los sensores IMU y la ultra banda UWB fue trascendental para la decisión de varias jugadas polémicas que incluso quitaron un gol a la estrella Cristiano Ronaldo.
En el duelo entre Portugal y Uruguay, correspondiente a la fase de Grupos, el sensor IMU, que detecta las vibraciones del balón en cada toque, determinó que Ronaldo no había tocado el esférico antes de entrar a la meta en el primer gol, señalando que el tanto le correspondía a su compañero Bruno Fernandes. Esa fue la primera muestra de la aplicación de esta nueva tecnología en el futbol.
En el encuentro entre España y Japón también fue determinante. Ao Tanaka anotó al minuto 51 el gol con el cual los asiáticos vencieron 2-1 a España. No obstante, una imagen señalaba que el esférico habría salido antes de la cancha, pero la tecnología del Al Rihla determinó lo contrario, validando el tanto.
Si bien, estas nuevas herramientas pueden servir de apoyo para evitar injusticias deportivas, hay quienes consideran que los árbitros pierden la capacidad para tomar decisiones acertadas en la cancha.
No podemos minimizar la tecnología, hoy vivimos otra época del deporte. Sin embargo, algunos somos románticos y tenemos nostalgia por las etapas de antaño con un aprendizaje sin depender de estos elementos. El silbante es quien debería ser siempre la máxima autoridad
, afirmó el ex árbitro Gilberto Alcalá.