Ciudad de México. El programa mochila segura no constituye una medida eficaz para prevenir la entrada de armas y drogas a las escuelas, pues en la ciudad de México se han registrado 14 eventos, donde estudiantes ingresaron con armas de fuego o punzocortantes, o amenazaron a sus compañeros, informó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos local, Nashieli Ramírez Hernández.
Durante la presentación del Informe Temático “La seguridad escolar en la Ciudad de México. Análisis desde la perspectiva de los derechos de niñas, niños y adolescentes señaló que la violencia no puede reducirse a la seguridad física, sino a crear condiciones para “hacer formación y viendo la seguridad con cuestiones de convivencia”.
Hoy, dijo, se trabaja con el Congreso local lo relacionado con la legislación de convivencia escolar, a fin de que tenga un enfoque de derechos y se tenga un trabajo interinstitucional, porque los problemas que suceden en la escuela, tienen un contexto fuera de ésta.
Señaló que, ante eventos que puedan lesionar a niñas, niños y adolescentes, la estrategia de seguridad escolar no puede reducirse a la seguridad física y mucho menos, a dar respuestas que fomentan el estigma, lesionen derechos y antagonicen a quienes integran la comunidad en los planteles educativos.
De una revisión de 20 países de América Latina, la experiencia en Estados Unidos desde 1999 y de países europeos como Inglaterra e Italia, no se encontraron elementos objetivos de la utilidad y eficacia de los programas enfocados a la revisión de pertenencias para la seguridad escolar.
Comentó que, en Estados Unidos, de 250 tiroteos sucedidos en escuelas de 2000 a 2017, sólo en siete casos se logró detener al tirador respondiendo con un arma de fuego.
De acuerdo con información hemerográfica, de 2001 a 2022, en México se registraron 39 episodios considerados mediáticos por su gravedad, tanto en primarias, secundarias y nivel medio superior, de un universo de 255 mil planteles en todo el país, indicó.
Se trata, dijo, de hechos esporádicos, aunque generan una demanda social principalmente de los padres de familia quienes solicitan la revisión de mochilas, cuando el problema de seguridad escolar pasa por el tamiz de la convivencia cotidiana.
Ahí consideró, los programas y políticas públicas tienen que enfocarse e implementarse también procedimientos accesibles y seguros de presentación de quejas por violencia escolar y una estrategia integral de acompañamiento.
El director de Gestión Escolar y Enfoque Territorial de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Mejía Mateos, destacó que es fundamental que los centros educativos recuperen su sentido comunitario, para la construcción de un nuevo tejido social.
Por su parte, el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en México, Fernando Carrera Castro, expuso la necesidad de revertir el enfoque de vigilar y castigar que en la actualidad priva en todas las sociedades, el cual afecta el desarrollo de los derechos de niñas, niños y adolescentes.