Los jueces federales deben ser un valladar para detener los intentos de dar marcha atrás en el avance a los derechos humanos, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, quien advirtió que está especialmente en riesgo el terreno ganado por las mujeres y las minorías.
“Tenemos nosotros la obligación de defenderlos, tenemos nosotros la obligación de desarrollarlos, y tenemos nosotros la obligación de evitar que haya una regresión en perjuicio de los derechos de algunos de estos grupos”, señaló el ministro, durante la inauguración del VIII Congreso Internacional de Derecho Constitucional “Precedente judicial, entre la teoría y la práctica”.
Sostuvo que estos grupos, muy bien financiados, pretenden imponernos sus creencias ideológicas o religiosas, y advirtió que, aunque en México esto parece aún algo remoto, basta ver que lo que está sucediendo en otros países respecto a la regresión en temas como el aborto, los derechos de las mujeres y la diversidad sexual.
“No debemos bajar la guardia los derechos humanos se defienden todos los días, se defienden con sentencias, con votos, se defienden con argumentos”, señaló.
En este sentido, sostuvo que México el cambio social en asuntos como el matrimonio igualitario, el aborto y los derechos de las minorías sexuales se han dado desde la SCJN, a diferencias de otros países, donde estos avances se iniciaron en el Legislativo.
Para hacer efectivos estos avances, se modificó el sistema de jurisprudencias, abandonando el antiguo de reiteración, que exigía cinco sentencias de la SCJN consecutivas en el mismo sentido, por el de precedentes que, mediante un solo fallo, si es por mayoría calificada, permite que el criterio protector tenga aplicación general.
Mencionó que con este nuevo sistema, vigente desde la Reforma Judicial, se exige a los ministros un trabajo más serio, profesional, escrupuloso y cuidadoso para argumentar con mayor solidez y calcular todos los alcances de sus fallos.