Londres. El Middlesbrough, verdugo en dieciseisavos de final del Manchester United y del Tottenham en octavos, no pudo estar vez superar el obstáculo del Chelsea y perdió ante ese equipo (2-0), este sábado en los cuartos de final de la Copa de Inglaterra (FA Cup).
Los Blues se convirtieron así en el primer semifinalista de esta edición, antes de que el domingo se conozcan los otros tres.
Los londinenses, clasificados esta semana para cuartos de final de la Liga de Campeones, demostraron una vez más que consiguen mantenerse al margen del convulso momento que vive su entidad por las sanciones contra su propietario, el ruso Roman Abramovich.
En la punta del ataque, Romelu Lukaku regresó con un gol.
Mason Mount se escapó por la banda derecha antes de enviar un centro perfecto para que el belga, situado a la perfección para no estar en fuera de juego, rematara a seis metros de la línea, directo a gol, poniendo el 1+-0 al minuto 15.
Poco después de la media hora fue el marroquí Hakim Ziyech el que recibió el balón, también en la banda derecho, y terminó enviado un tiro que se convirtió en el 2-0, en el 32.
Pese a varias ocasiones en la segunda mitad, el Chelsea no pudo ampliar su cuenta, aunque no se vio tampoco en apuros.
El Middlesbrough mostró una cara menos fiera que en las dos rondas anteriores.
El Chelsea, ya coronado en febrero en el Mundial de Clubes, vio escaparse luego el título en la Copa de la Liga inglesa, por penales ante el Liverpool. En la Champions, el sorteo del viernes le emparejó con el Real Madrid, que será en abril su rival en cuartos.
En la Premier League, el Chelsea es tercero, alejado de la pelea por el título.
Todo ello sin poder olvidar la situación intenta, con la posible venta del club, que ha atraído varias ofertas, antes de la fecha límite, fijada el viernes.
El club lucha también por una suavización de las restricciones impuestas por el gobierno británico en el marco de las sanciones contra Abramovich, que le prohíben por ejemplo vender nuevas entradas a los hinchas.
Si no lo consigue, los centenares de aficionados del Chelsea que se desplazaron a Yorkshire el sábado podrían ser los últimos, antes de un tiempo, en haber podido apoyar a su equipo lejos de su estadio.