Ciudad de México. Este 1 de octubre entra en vigor en México el nuevo etiquetado frontal de advertencia en bebidas y alimentos ultraprocesados considerado por organismos internacionales como una de las más avanzadas regulaciones para enfrentar la epidemia de sobrepeso y obesidad. Fabio Da Silva Gomes, asesor regional en nutrición y actividad física de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), expuso que con esta medida México se ha vuelto un ejemplo para el mundo.
En conferencia digita, Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló que en los últimos 18 años ha aumentado 42.2 por ciento la obesidad y en 7 estados de la República “ni siquiera dos de cada 10 personas tienen un un peso saludable”, tendencia que no se ha podido detener. Ante este panorama, destacó que la actual estrategia política permitirá contribuir a una mejor prevención y control de este problema, así como de las enfermedades crónicas y la mala nutrición.
Resaltó que el nuevo etiquetado permite evaluar rápidamente la calidad del producto, es entendido por los niños, es claro y facilita elecciones saludables. Además, dijo, promueve la reformulación, lo que ya están haciendo las empresas para que muchos productos no entren al mercado con tantos sellos en su empaque. Añadió que esta medida es una “gran estrategia que puede articular políticas” como saber qué alimentos son susceptibles de impuestos para desincentivar su consumo.
Barquera recordó que el etiquetado anterior fue desarrollado por la industria y no es comprendido ni si quiera por profesionales en nutrición. “Muy mal hecho, es uno de los peores episodios de estrategias de política pública interferida por intereses comerciales”, mencionó.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, expuso que se estima que alrededor del 80 por ciento de los productos ultraprocesados tendrán algún sello frontal.
Precisó que si bien a partir de este 1 de octubre todos los fabricantes de la industria de alimentos y bebidas ultraprocesados deberán incluir de manera obligatoria un etiquetado de advertencia al frente de todos los productos preenvasados, que informe al consumidor cuando excedan la cantidad de azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sodio y calorías establecidas en la normatividad, además de informar mediante leyendas precautorias cuando contengan edulcorantes no calóricos o cafeína para evitar su consumo en niños y niñas, se ha dado un plazo de dos meses, hasta el último día de noviembre, para que las empresas logren comercializar los productos que tienen sin el etiquetado.
Señaló que la industria que está en contra de esta medida, argumenta que no existen datos científicos o técnicos que justifiquen su implementación, no obstante, la OPS “lo demostrado muy claramente con un estudio de América Latina donde se encuentra una clara relación, entre más la población consume alimentos ultraprocesados, mayor es el índice de sobrepeso y obesidad”.
Israel Ríos, oficial de Nutrición de la Oficina Subregional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), para Mesoamérica, expuso que la experiencia de Chile con el etiquetado frontal en bebidas y alimentos ultraprocesados muestra que tras su implementación hay una mejora en la calidad de oferta de alimentos y disminuyó principalmente el contenido de azúcares, ya hay productos sin sellos de advertencia, y no hubo un gran impacto en cuanto a empleos, salarios y producción.
Recordó que estas políticas “tienen como objetivos primarios los sanitarios, por ende el levantamiento de información en cuanto a respuesta de industria de alimentos debe considerarse como un argumento adicional pero secundario. El bienestar está por encima de cualquier otro tipo de interés que pueda existir en el país”.