La prohibición de venta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas por sí sola “no es la solución para disminuir los problemas de obesidad y diabetes, si no va acompañada con una campaña nacional de salud”, señalaron representantes de pequeños productores.
Alberto Galindo García, Isidro Pedraza Chávez, José Luis González Aguilera y Mariana González Torres, integrantes del movimiento campesino #ElCampoEsDeTodos y del Congreso Agrario Permanente (CAP), advirtieron también que con dicha política se podría generar “un descalabro económico a propietarios de establecimientos comerciales tanto en zonas urbanas como en tienditas en pueblos rurales, ejidos y zonas marginadas”.
Por ello, se pronunciaron porque se impulse la campaña nacional: “Come sano, cambia tus hábitos alimenticios”, y “dale valor al campesino, compra directo sus productos”, dijo Galindo García.
Indicó que es necesario que gobiernos estatales y municipales abran espacios para que el pequeño agricultor pueda acudir a comercializar su producción a precios accesibles al consumidor y ello ayudaría a ambas partes.
Esta propuesta es para dar fortalecimiento al mercado interno, priorizar la producción nacional contra la importación de alimentos de la canasta básica, conformar una Red de Abasto y Distribución Popular de Alimentos, incluso, “reconocer el trueque como forma histórica de intercambio de bienes y alimentos ante la carencia de recursos económicos”, planteó.
Galindo García dijo que también se requieren estímulos a la producción de granos básicos: maíz, frijol, arroz, café y otros; créditos tasa cero a pequeños comercios y pequeños productores rurales, programa continuo para supervisar y penalizar la especulación, sobre todo de bienes de la canasta básica.
Isidro Pedraza, presidente de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, señaló que la prohibición de alimentos de alto valor calórico que se aprobó en Oaxaca y en Tabasco no contempla evitar su venta en las escuelas de nivel básico.
José Luis González Aguilera, coordinador del Congreso Agrario Permanente (CAP), explicó que para evitar la ingesta de comida chatarra es indispensable que exista mayor educación desde la familia y no aplicar medidas de prohibición que sólo acarrearán problemas económicos.
Por su parte, Mariana González Torres, vocera de la Unión General de Obreros y Campesinos de México, señaló que la propuesta de Morena en el Congreso capitalino – presentada el pasado miércoles – no es la solución para los problemas de salud, “negar la posibilidad de consumir comida chatarra será un primer paso para futuras prohibiciones en México”.