La suspensión del Mercajeme dejó 330 locales sin actividad tras detectarse instalaciones eléctricas dañadas, extensiones sin protección, hidrantes sin mangueras y pasillos obstruidos por mercancía.
El mercado municipal quedó con más de 50 centímetros de agua en los pasillos; restaurantes a la orilla de la playa fueron destruidos total o parcialmente.