Unos 300 venezolanos permanecieron detenidos en la megacárcel salvadoreña que mandó a construir el presidente, Nayib Bukele, en su lucha contra las pandillas.
El ataque masivo con “armas de alta precisión” tuvo como finalidad destruir empresas de la industria militar ucrania que fabrican “componentes de misiles, explosivos y drones.
Tras más de tres años de guerra, miles de prisioneros permanecen detenidos en ambos países, aunque se desconoce su número exacto. Se esperan más liberaciones durante el fin de semana.