Domingo 24 de agosto 2025 a las 0:03
Es una guerra semiótica que acusa a Venezuela, Bolivia, Nicaragua o incluso a México de ser narcoestados. No están motivadas por una pulcritud legalista, sino por una ingeniería semiótica bélica, para justificar invasiones. Se trata de generar un “consenso fabricado” (Chomsky) en el cual los estados que se resisten a la hegemonía imperial aparezcan como entidades criminales, fallidas o directamente mafiosas.