La autoimpuesta ex mandataria permanecerá en prisión por la sentencia de 10 años que pesa en su contra desde 2022 por los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución.
El fiscal Harold Jarandilla acuso a la ex presidenta de usar a las fuerzas de seguridad para presionar la renuncia de Evo Morales, en noviembre de 2019.