El lanzamiento ocurre luego de que Corea del Sur y EU realizaran ejercicios militares conjuntos anuales a gran escala.

La posición de la RPDC como una potencia nuclear es una realidad, sin importar que EU y Occidente no lo reconozcan durante mil años.

Son los de mayor magnitud en varios años para reforzar su defensa ante la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte.

Manifestaron esperanza para unas mejores relaciones bilaterales, las cuales se vinieron abajo en los últimos tres años.

Las últimas pruebas del Norte se dan en un momento delicado para la región, cuando el Sur se prepara para elegir el miércoles a su próximo presidente.

Si se confirma la información del lanzamiento, sería la séptima prueba de misiles realizada por Pyongyang desde principios de año.

El líder norcoreano presidió una sesión del Buró Político del Partido del Trabajo, en lo que fue su primera actividad pública desde el 6 de mayo.