Las bandas poseen campamentos en un gran bosque situado entre los Estados de Zamfara, Katsina, Kaduna, Sokoto, Kebbi y Níger, desde donde lanzan ataques contra los pueblos.
“Hay estados en donde no había tanta presencia de la delincuencia, y ahora hay más; y otros donde, como vimos en Tamaulipas, donde ha bajado la incidencia delictiva" señaló.