Ciudad de México. El Banco de México (BdeM) estará atento a las implicaciones que puedan tener los nuevos aranceles de hasta 50 por ciento que serán aplicados desde el primer día de 2025 a países con los que nuestro país no tiene algún tratado de libre comercio, aseguró este jueves Josué Fernando Cortés, director de Análisis sobre Precios, Economía Regional e Información del banco central.
En conferencia remota luego de presentar el “Reporte sobre las Economías Regionales Julio-Septiembre 2025”, el representante del BdeM indicó que aún no se tienen estimaciones de los posibles impactos económicos en el país.
“Estos aranceles son a países con los que México no tiene tratados comerciales, ya no los alcanzamos incluir en las encuestas que hacemos a directivos, pero vamos a estar atentos sobre las posibles implicaciones que tengan. Vamos a estar atentos de la opinión de empresarios sobre las afectaciones en costos, insumos y cadenas de producción”, apuntó.
Cortés puso como ejemplo el caso de los aranceles al acero y aluminio que impuso Estados Unidos a México, que si bien, dijo, son diferentes a los aprobados ayer por el Senado mexicano, han tenido un efecto “limitado” en las exportaciones.
Ayer el Congreso de México aprobó una serie de aumentos arancelarios propuestos por el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a más de mil 400 productos importados de China y otros 10 países con los que no se tiene tratado de libre comercio. A partir de enero, los aumentos arancelarios de entre cinco y hasta 50 por ciento afectarán a productos como textiles, calzado, electrodomésticos, automóviles, autopartes, entre otros.
Actividad económica baja en todas las regiones
De acuerdo con el reporte del BdeM, se estima que durante el tercer trimestre del año en curso, la actividad económica retrocedió en todas las regiones, excepto en el centro norte.
La contracción en el norte, el centro y el sur habría obedecido, principalmente, a la debilidad en la construcción y las manufacturas —con excepción de este último sector en el sur—, así como a la disminución en algunos servicios, particularmente los relacionados con el turismo.
En contraste, el crecimiento del centro norte se habría sustentado en la expansión de la minería, del sector primario y de ciertas actividades terciarias, como el comercio y el turismo.
Por otro lado, la inflación general anual disminuyó en todas las regiones entre el segundo y el tercer trimestre de 2025 debido a la reducción de la inflación no subyacente (incluye los productos volátiles) como resultado del descenso en la producción de los agropecuarios. Por su parte, la inflación subyacente aumentó en todas las regiones debido al incremento en la producción de mercancías.
Cortés destacó que las perspectivas apuntan a que las economías regionales continuarán enfrentando un entorno de elevada incertidumbre y múltiples desafíos hacia delante.
Enfatizó en que los directivos consultados señalaron que los retos del entorno externo, en particular los cambios en las políticas de Estados Unidos, siguen representando un riesgo para las entidades federativas más estrechamente vinculadas con ese país, ya sea por sus flujos comerciales o por las remesas que reciben.
En el ámbito interno, añadió, la inseguridad pública sigue siendo un reto relevante, pues los directivos continúan reportando afectaciones al funcionamiento de sus empresas en diversas zonas del país. A ello se suma la persistente amenaza de eventos climáticos extremos, que impactan de manera diferenciada a los sectores productivos y a las entidades federativas.
“Ante estos desafíos, resulta esencial fortalecer las fuentes internas de crecimiento y generar condiciones propicias para la inversión, aprovechando las oportunidades que brinda la coyuntura actual”, dijo.
En este sentido, destacó que el comercio en el marco del T-MEC ha recibido un trato preferencial que representa una oportunidad para robustecer las cadenas de valor de Norteamérica y aprovechar al sector exportador como palanca de desarrollo regional.