Guadalajara, Jal. La escritora en lengua Batsˡ i kˡop Tsotsil María Victoria Díaz Ruiz, quien recibió el viernes el Premio de Literaturas Indígenas de América (PLIA), afirmó que “nos silenciaron, nos intimidaron sólo por ser mujer, pero hoy hay que luchar, alzar nuestra voz y creer que la literatura es una herramienta poderosa para plasmar lo que queremos expresar”.
La narradora, que recibió en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara el galardón por su libro de cuentos Sokem Viniketik / Hombres absurdos, invitó a todos a que “se animen a leer nuestra literatura y a hombres y mujeres a que escribamos en nuestras lenguas, ya sea poesía, narrativa, cuento o novela”.
Dijo que aunque ella recibió la distinción este año, “existen más autores, sobre todo mujeres, que también escriben y merecen todo el reconocimiento. Que podamos elegir nuestro destino sin ser bloqueadas, es mi deseo”.
Agradeció a sus padres, y en especial a su madre que “siempre confió en mí a pesar de que desconoce que es el mundo de la literatura. Me disculpo si no he estado con ella en momentos difíciles, ya que se me ocurrió ausentarme de casa para lograr mis sueños, mis deseos, mis metas como mujer profesional, sobre todo como mujer escritora”.
La cuentista fue acompañada en la ceremonia de premiación por Marisol Schulz, directora de la FIL; Karla Planter, rectora de la Universidad de Guadalajara; Alma Rosa Espíndola, encargada de despacho del Instituto Nacional de las Lenguas Indígenas, y Gabriel Pacheco Salvador, presidente de la comisión interinstitucional del reconocimiento.
Díaz Ruiz destacó que en su trasiego en la escritura “ahora sé que para escribir se necesita tener compromiso, responsabilidad, disciplina. Esa es la experiencia que he adquirido durante este tiempo desde que conozco la literatura”.
La licenciada en lengua y cultura comentó que el PLIA no es sólo un reconocimiento a su obra literaria sino a “ todas las lenguas que se escriben y hablan en nuestro país. Comprueba que las lenguas indígenas también sirven para hacer literatura”.
Entre quienes le han acompañado y ayudado a conocer las herramientas de creación escritural, reconoció en particular a su colega Mikel Ruiz, quien “me guió para hacerme formar como escritora. Fue uno de mis primeros maestros. Me siento muy agradecida con él, un gran profesor, compañero y amigo”.
Extendió su agradecimiento al colectivo del que forma parte: Jal K’opetik, con quienes, dijo, “aprendí a trabajar en equipo y de manera disciplinada.
Hizo énfasis en que no recogió “narración oral en mi escritura, sino que hago creación para comprender nuestra realidad, visibilizando lo que vivimos cotidianamente las mujeres y los pueblos originarios en general”.
El wixárika Gabriel Pacheco Salvador mencionó que “tener a Victoria Diaz entre nosotros y poderle reconocer su talento literario es una gran satisfacción que queremos compartir con todos ustedes”.
