Ciudad de Méxiuco. A partir de un estudio muestral de 20 mil 160 casillas instaladas en la elección de 2024, el Instituto Nacional Electoral (INE) confirmó que pese a que la lista de electores es casi paritaria, las mujeres votan “mucho más” que los hombres, de hecho, “sostienen” la asistencia a las urnas.
Las campeonas de participación fueron las mujeres del distrito ubicado en Progreso, Yucatán, con participación de 85.2 por ciento del total de la lista, y la más baja, hombres de Tecate, Baja California, con 39.7 por ciento.
En el nivel más bajo de motivación están los adultos (varones) jóvenes.
Asimismo se ratifica que la ciudadanía se interesa más en ir a sufragar cuando está en juego la Presidencia de la República.
En la presentación de este estudio en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, se ratificó además que en la elección presidencial de ese año votó el 59.8 por ciento de las personas habilitadas para ello.
La serie histórica de las elecciones presidenciales muestra que en 1994 se tuvo un 77.2 por ciento de participación; en el año 2000, 64 por ciento; seis años después, 58.6 por ciento; en 2012, 63.1 por ciento, y en 2018, 63.4 por ciento.
Lo anterior revela en 2024 una participación menor respecto a las dos elecciones presidenciales inmediatas anteriores, aunque claramente por encima de las contiendas intermedias, donde se eligen legisladores.
“El mensaje principal es doble; por un lado, la ciudadanía sigue acudiendo en mayor medida cuando está en juego la presidencia de la República, y por otro, hay un margen de recuperación, si aspiramos a regresar a niveles cercanos a los de 2012 o del 2018”, dijo Martín Faz, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE).
En cuanto a la participación por género, en 2018 se reportó una asistencia a las urnas de 58.1 por ciento de hombres y 66.2 por ciento de mujeres; en tanto, en la de 2024, la tendencia fue de 54.8 y 65.3 por ciento, respectivamente, es decir, la brecha se ensancha.
“Esto confirma la hipótesis de que son ellas quienes sostienen la participación electoral y obliga a pensar acciones específicas para los hombres, particularmente jóvenes, que aparecen sistemáticamente como el grupo con mayor ausentismo”, expuso el consejero Faz.
Por edades, los niveles más bajos de participación, que no alcanzan el 50 por ciento, se concentran en los grupos de 20 a 29 años y en el de 85 y más. En contraste, los niveles más altos se ubican en el rango de 40 a 79 años de edad.
Para 2024 se observa un incremento de participación de las personas de 60 años y más; por tanto, el reto para el INE sigue siendo la población joven.
Si se cruzan los indicadores de edad y sexo, el estudio ratifica la asistencia mayoritaria de las mujeres, sobre todo en el rango de hasta 69 años, con brechas que superan incluso los 10 puntos porcentuales, sobre todo entre las personas de treinta años.
“La participación es un fenómeno fuertemente generacional y la contribución de las mujeres es totalmente decisiva entre los 25 y los 49 años, justo en la etapa de la vida en la que se combinan trabajo, cuidados y múltiples responsabilidades”, agregó Faz.
Otro resultado del estudio, considerado sólido, con un margen de error de 1 por ciento, se refiere a que la diferencia de participación ciudadana entre zonas rurales y urbanas es cada vez menor y así se vio en la elección de 2024.
Igualmente se ratifica el predominio de entidades con alta participación: Yucatán, Tlaxcala y Ciudad de México, en ese orden.
En el extremo siguen Baja California (con la participación mas baja en el país), Sonora y Chihuahua.
A nivel más local (distritos electorales), la participación "muy alta", superior al 68 por ciento se dio en mayor medida en Ciudad de México, Estado de México, Tlaxcala y Yucatán, y la "muy baja" menos al 51.2 por ciento en Baja California, Chihuahua y Nuevo León.