En su cuarto informe de Gobierno, el gobernador de Morena, Rubén Rocha Moya reconoció que Sinaloa enfrenta problemas de inseguridad serios y no ha sido resuelto, principalmente por la violencia generada por grupos de la delincuencia organizada durante el último año que afecta la convivencia colectiva, aclaró que la batalla no está ganada y se ha logrado frenar el avance de esta amenaza, gracias a estrategias coordinadas con las fuerzas federales.

Reiteró el respaldo del Ejército, la Guardia Nacional, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Marina, cuya presencia en ciudades, calles y carreteras incrementa la confianza de la población y permite que actividades públicas y privadas se desarrollen con mayor tranquilidad.

En su discurso, dijo que “tenemos problemas sí y algunos muy serios, el estallido de la violencia entre grupos de la delincuencia organizada desde hace más de un año ha afectado nuestra convivencia colectiva”, y agregó “decir que la batalla está ganada sería incorrecto, pero afirmar que hemos frenado el avance de esta amenaza es un hecho irrefutable”, enfatizó.

El ejecutivo estatal ante los diputados expresó: “Todavía tenemos inseguridad y todavía tenemos que preocuparnos por ello, pero lo que quiero decirles es que hemos avanzado”.

Rocha Moya enfatizó su gratitud a la presidenta Claudia Sheinbaum y a las fuerzas armadas por su apoyo a las familias sinaloenses.

Explicó que, pese a los avances, la inseguridad persiste y reconoció la preocupación de la ciudadanía ante el aumento de feminicidios, que “nos duele mucho”. Subrayó la importancia de mantener un enfoque realista, afirmó que el gobierno trabaja de manera constante para garantizar la paz y seguridad de los habitantes del estado.

En tanto, el mandatario morenista reconoció que 3 mil 48 familias están en condición de desplazamiento forzado de forma progresiva y Mazatlán es la ciudad donde más personas se concentran y a las que se busca que tengan una vivienda con todos los servicios.